En zonas del noroeste con escasez de agua, Kilimo puede beneficiar a la agricultura al medir y gestionar el riego
La plataforma Kilimo es una buena aliada para la gestión efectiva del riego. Esta herramienta es la primera certificada en Latinoamérica para medir la huella hídrica, e incluye la función de monitorear y gestionar el riego, permitiendo reducir el uso de agua. De esta forma, Kilimo acompaña a los productores en la gestión del riego de forma sostenible.
México ocupa el sexto lugar a nivel mundial en tecnificación de riego, con más de 1 millón de hectáreas bajo riego tecnificado. Según el Gobierno Federal, los estados que lo emplean de forma generalizada son Chihuahua, Sinaloa, Veracruz, San Luis Potosí, Coahuila, Yucatán, Michoacán, Jalisco y Zacatecas. Algunas técnicas de riego tecnificado implementadas por los agricultores son el pivote, goteo, aspersión o microaspersión.
Kilimo funciona como un balance hídrico automático. Esta tecnología se alimenta de datos satelitales, climáticos y del suelo. Primero, analiza el suelo; luego, recoge información climática proveniente de estaciones meteorológicas cercanas al campo y, a partir de ahí, modela la evapotranspiración potencial específica para cada caso. Kilimo obtiene información de cinco satélites para monitorear cada sector de riego.
La startup de origen argentino tiene presencia en Chile, Perú, Uruguay y EEUU. En México ya cuenta con ubicaciones en el noroeste en los estados de Chihuahua, Sinaloa, Sonora y Baja California; en la zona occidente, en Michoacán, Jalisco y Colima. También al sur, en Oaxaca y Guerrero.
Kilimo permite ahorrar millones de litros de agua
Una vez que Kilimo recopila la información necesaria, crea un coeficiente de cultivo específico para cada sector de riego y realiza recomendaciones precisas de cuándo y cuánto regar. La agtech (tecnología aplicada a la agricultura) proporciona un aviso al productor vía web o aplicación, indicando si debe regar o no.
De igual forma, coordina el día y horario según las necesidades del cliente. Esto se realiza con base en la estrategia de riego previamente definida, el agua útil, los pronósticos climáticos y otros factores.
Al determinar la evapotranspiración potencial actual que hay en los campos agrícolas y establecer un coeficiente de cultivo específico, se estima la demanda hídrica ajustada de cada sector de riego. Esto, combinado con las características de suelo, y el seguimiento de un balance hídrico diario, logra que las recomendaciones de riego sean precisas y en función de los datos.
Con esta apuesta tecnológica en pro de los productores y el medio ambiente, Kilimo ha contribuido al ahorro de más de 30 mil millones de litros de agua en 150 mil hectáreas monitoreadas en Latinoamérica.
¿Qué te parece esta herramienta tecnológica para la agricultura?