El turismo de cruceros en Baja California Sur, aunque impulsa la economía local, podría estar dejando una fuerte huella ecológica, advierten organizaciones civiles que han alzado la voz ante los impactos ambientales en la región

Daniela Valenzuela / NORO
El reciente arribo del crucero de la línea Carnival a las costas de Baja California Sur ha reavivado un debate que va más allá del turismo y la economía: ¿cuál es el verdadero costo ambiental y social de esta modalidad turística?
Mientras la empresa destaca sus tecnologías y protocolos para reducir el impacto ambiental, diversas organizaciones civiles y activistas locales alertan sobre los daños que esta industria genera en el delicado ecosistema marino y en las comunidades costeras.
Para explorar ambos lados de la moneda, es necesario contrastar los beneficios económicos con los riesgos ecológicos que plantea el auge de los cruceros en la región.
Turismo de cruceros en Baja California Sur

Carnival Cruise Line, una de las principales compañías del sector, ha implementado diversas tecnologías para reducir su huella ambiental. Durante su reciente visita a Baja California Sur, la naviera ofreció un recorrido a bordo de uno de sus cruceros enfocado en prácticas de sostenibilidad, con el objetivo de concientizar a los pasajeros sobre las acciones emprendidas para disminuir el impacto ecológico de sus operaciones.
Entre las medidas destacadas se encuentran sistemas avanzados para el tratamiento de aguas residuales, el uso de combustibles con bajo contenido de azufre y protocolos para reducir la contaminación acústica y lumínica, factores que pueden afectar gravemente a la fauna marina.


Uno de los puntos que más interés generó fue la exposición de sus protocolos para prevenir colisiones con ballenas, una especie frecuente en el Golfo de California. Para ello, la compañía ha incorporado rutas de navegación específicas y sistemas de monitoreo que ayudan a evitar incidentes con estas especies protegidas.
Adicionalmente, Carnival ha reportado una reducción del 10% en sus emisiones de gases de efecto invernadero y ha comenzado a eliminar progresivamente los plásticos de un solo uso en sus embarcaciones.
Tanto Carnival como otras navieras aseguran que la industria está transitando hacia un modelo más sostenible, con inversiones enfocadas en la innovación y el uso de energías limpias.
Turismo de crucero: ¿una deuda ecológica y social?

Sin embargo, detrás de la promoción de los cruceros, organizaciones ambientalistas internacionales y locales han levantado la voz para denunciar las consecuencias negativas que esta modalidad turística trae consigo.
Greenpeace, Oceana y otras agrupaciones señalan que los cruceros son responsables de emisiones contaminantes equivalentes a las de millones de autos, además de generar residuos sólidos y líquidos que, en ocasiones, terminan en el mar, afectando la biodiversidad y la calidad del agua.
El ecosistema de Baja California Sur, reconocido por su riqueza marina y sus especies endémicas, enfrenta una presión creciente ante la llegada constante de embarcaciones de gran tamaño. La contaminación acústica altera los patrones migratorios de mamíferos marinos y afecta la reproducción de especies vulnerables.


Asimismo, la actividad portuaria y el incremento del turismo masivo pueden poner en riesgo hábitats costeros que son vitales para la sustentabilidad ambiental y para las comunidades locales que dependen de la pesca y el ecoturismo.
Las organizaciones sociales también advierten sobre la “deuda social” que se genera cuando el desarrollo turístico no se traduce en beneficios reales para las poblaciones originarias y residentes.
Además, el impacto ambiental no solo se limita a la contaminación visible. La quema de combustibles fósiles en grandes volúmenes emite gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático, fenómeno que afecta directamente a las costas y a los ecosistemas marinos, provocando alteraciones como el aumento de la temperatura del agua y la acidificación oceánica.
El caso de los cruceros en Baja California Sur pone sobre la mesa un dilema complejo: cómo equilibrar los beneficios económicos del turismo con la protección ambiental y el bienestar social. La industria muestra avances y un compromiso creciente hacia la sostenibilidad, pero los retos siguen siendo importantes y las voces críticas insisten en que las medidas actuales no son suficientes.
Con información de Tus Buenas Noticias, Bien Informado, Europeo Oceana, Greenpeace y ABC Motor.