El desánimo laboral afecta a muchas personas que enfrentan dificultades para encontrar empleo estable y satisfactorio, lo que impacta tanto en su bienestar personal como en el desarrollo económico de sus comunidades.
Grecia Bojórquez/ NORO
Durante el primer trimestre de 2025, México registró una tasa de desempleo del 2.46%, la más baja desde que se tiene registro. A primera vista, esto parece una buena noticia. Sin embargo, detrás de este dato hay un fenómeno que comienza a llamar la atención: cada vez más personas dejan de buscar trabajo, no porque lo hayan encontrado, sino porque están perdiendo la esperanza de hallarlo.

En los estados del noroeste del país esta situación también se ha hecho evidente. A pesar de la baja en los indicadores de desempleo, también se ha reducido el número de personas que forman parte de la Población Económicamente Activa (PEA).
Tan solo entre enero y marzo de este año, 564 mil personas dejaron de formar parte de este grupo a nivel nacional. En muchos casos, no es que estas personas hayan conseguido un empleo, sino que han dejado de buscarlo.
¿Quiénes son los trabajadores desanimados?
En términos económicos, a quienes se encuentran en esta situación se les llama «trabajadores desanimados» o «desalentados». Son personas que, aunque están en edad y condiciones de trabajar, ya no buscan empleo de forma activa. La razón principal es que no esperan encontrar una oportunidad: ya sea por falta de vacantes, por carecer de experiencia o por sentirse discriminados por su edad, género u otras características.

Este grupo de personas no es contabilizado en las cifras oficiales de desempleo, pues no están registradas como buscadoras activas de trabajo. Sin embargo, su número se ha incrementado, como se observa en el crecimiento de la Población No Económicamente Activa (PNEA), que en el primer trimestre de 2025 aumentó en más de 887 mil personas.
En el noroeste del país, muchas personas que llevan meses sin éxito en su búsqueda laboral optan por abandonar el proceso. Esta salida silenciosa del mercado laboral no aparece reflejada en las tasas de desempleo, pero sí en la disminución de la participación laboral, que ha caído a su punto más bajo desde 2022.
Desánimo laboral avanza en Baja California por falta de oportunidades
En estados del noroeste como Baja California, esta situación se ha vuelto crítica: miles de personas han dejado de buscar trabajo ante la falta de oportunidades reales y condiciones laborales dignas.
Durante el primer trimestre de 2025, Baja California registró 38 mil 975 personas desocupadas, lo que representa el 2.2% de su población económicamente activa, según datos del Inegi. Este número muestra un ligero incremento con respecto al mismo periodo del año anterior, pero lo más preocupante es que las mujeres fueron el grupo más afectado: su número de desempleadas creció en más de 2 mil 600, mientras que la cifra de hombres sin trabajo disminuyó.

Además, en ciudades como Tijuana y Mexicali se concentra la mayor cantidad de personas sin empleo: más de 21 mil y 10 mil, respectivamente. A esto se suma una pérdida de casi 18 mil personas en el total de ocupados, principalmente en los sectores de comercio (con una pérdida de 22 mil plazas) y servicios diversos (con 9 mil).
Aunque algunos sectores como el financiero, el de restaurantes y el de servicios sociales reportaron incrementos en el número de ocupados, muchos de estos empleos se ubican en condiciones precarias. De hecho, el 31.4% de la población ocupada en Baja California trabaja en condiciones críticas: con jornadas mayores a 48 horas, bajos ingresos o sin prestaciones laborales.

Esto se refleja en los ingresos: más de medio millón de personas en el estado ganan apenas un salario mínimo, y aunque la cifra disminuyó respecto al año pasado, aumentó la población que percibe entre uno y dos salarios mínimos, mientras que quienes ganan más de dos disminuyeron considerablemente. Esta precarización es uno de los principales motivos del desánimo laboral, sobre todo entre jóvenes y mujeres.
Baja California Sur lidera con empleo formal y mejores salarios
En contraste, Baja California Sur destaca como uno de los estados con menor pobreza laboral en el país. Según el Semáforo Estatal de Pobreza Laboral 2025 del organismo México, ¿cómo vamos?, Baja California Sur reporta un índice de pobreza laboral de solo 12.8%, la más baja en el país, seguido por Quintana Roo con 18.7% y Colima con 19.7%.

El bajo índice en Baja California Sur refleja una mejor distribución del ingreso y una mayor calidad en los empleos formales, lo que contribuye a que menos personas vivan el desgaste emocional que genera la precariedad laboral.
Aunque la tasa de desempleo ha disminuido, el crecimiento de personas con desánimo laboral muestra un cambio en la dinámica del mercado laboral. Este fenómeno, que no siempre se refleja en las estadísticas oficiales, es visible en el noroeste del país, donde la participación laboral ha tenido una leve caída. Esto indica que, aunque hay avances, todavía existen retos por enfrentar para mantener a más personas activas en la búsqueda de empleo.
Con información de El Financiero, Wikipedia, Eje Central y america-retail.com.