Las Guardianas del Conchalito, un grupo de mujeres defensoras del medio ambiente en Baja California Sur, protegen El Mogote, un ecosistema de dunas y manglares amenazado por proyectos turísticos.
Ricardo Amador/NORO
El Mogote, una península de dunas y manglares en La Paz, enfrenta una amenaza debido a la construcción de complejos turísticos de lujo. La empresa Lumai Península propuso un desarrollo que incluye 65 búngalos y 83 cabañas en modalidad glamping, así como instalaciones recreativas y deportivas.
Este proyecto, aunque promete una construcción sustentable, generó preocupación entre las organizaciones ambientales locales por su potencial impacto negativo en la flora y fauna endémica de la región.
Roberto López, consultor en medio ambiente, subraya que El Mogote está sujeto a regulaciones urbanas específicas, como el decreto forestal establecido por Lázaro Cárdenas, que prohíbe nuevas construcciones en la zona.
Este decreto ha sido utilizado anteriormente para detener otros proyectos, como Entremares, y ahora se convierte en un punto clave en la defensa de El Mogote.
La lucha de las Guardianas del Conchalito
Frente a esta amenaza, un grupo de mujeres organizadas, conocidas como las Guardianas del Conchalito, tomaron un papel activo en la protección de los manglares de El Mogote.
Desde 2023, estas 12 mujeres, con el apoyo de Costa Salvaje y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), monitorean los manglares una vez al mes. Su labor incluye identificar especies de manglar, recolectar semillas y restaurar áreas afectadas.
A pesar de sus esfuerzos, las Guardianas del Conchalito enfrentan hostigamiento por parte de la seguridad privada de los desarrollos turísticos y de las autoridades. Daniela Bareño, integrante del grupo, denuncia que han sido expulsadas del área y acusadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Aun así, mantienen su compromiso de proteger este ecosistema crucial.
La importancia de El Mogote en Baja California Sur
Las dunas y los manglares de El Mogote no solo son un refugio para diversas especies, sino también una defensa natural contra huracanes y tormentas. Funcionan como reservorios de sedimentos y zonas de recarga de acuíferos, además de atenuar la intrusión de agua salada.
Sin embargo, estos ecosistemas carecen de regulaciones específicas que aseguren su protección, a diferencia de los manglares, que están reconocidos bajo el sitio Ramsar.
El Centro de Derecho Ambiental (Cemda) denunció la remoción de vegetación en El Mogote por maquinaria pesada. Sarahí Gómez, coordinadora de investigación de Cemda, señala que están a la espera de resoluciones de Profepa sobre estas actividades.
La situación es crítica, ya que la pérdida de dunas y manglares podría tener efectos negativos en el medio ambiente y la economía local, particularmente en la pesca.
Caloncho se une a la lucha de las Guardianas del Conchalito
En un esfuerzo por aumentar la conciencia y el apoyo, figuras públicas como el sonorense Caloncho se unió a la causa. En el Día Mundial de los Manglares, Caloncho destacó el trabajo de las Guardianas del Conchalito y la necesidad de proteger estos vitales ecosistemas.
A través de estas acciones, se espera que más personas se sumen a la lucha por la conservación de El Mogote, asegurando que las futuras generaciones puedan disfrutar de sus beneficios.
La batalla por El Mogote simboliza una lucha más amplia por la sostenibilidad y la justicia ambiental en Baja California Sur. Las Guardianas del Conchalito, con su amor por el medio ambiente, recuerdan que su protección es una responsabilidad compartida, vital para el futuro de nuestras comunidades y del planeta.
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Fuentes: Excélsior, El Sudcaliforniano, Animal Político
