Ubicado en un rincón apartado de Baja California Sur, el La Duna Centro Ecológico se presenta como un santuario donde la naturaleza y la sostenibilidad convergen.
Grecia Bojórquez/ NORO
Al acercarse al La Duna Centro Ecológico, los visitantes notan que la señal celular desaparece, lo que los sumerge en un entorno donde la conexión se establece con el entorno natural en lugar de con dispositivos electrónicos.

El camino serpenteante, bordeado de cactus cardón que se elevan hacia el cielo, conduce a un refugio rodeado de dunas, arbustos y construcciones que respetan el ecosistema local. Este lugar,ofrece una experiencia única que combina la educación ecológica con el turismo responsable.
¿Quién es la fundadora del La Duna Centro Ecológico?
Gabriela Flores ha dedicado casi 20 años a vivir y trabajar en La Duna, un lugar que compró hace tres décadas motivada por su amor por la naturaleza. “No había visto cuánto daño había recibido la naturaleza de los seres humanos”, comentó Flores para Yale Climate Connections, reflexionando sobre su trayectoria.
El camino de Gabriela Flores hacia la fundación de La Duna fue personal y transformador. Nacida en Ciudad de México, su vida ha estado marcada por la búsqueda de un propósito y una conexión con la naturaleza. Su experiencia en el norte de California, donde se introdujo al movimiento ambiental y la permacultura, la motivó a regresar a su tierra natal con el deseo de compartir y educar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

Desde su fundación, La Duna ha evolucionado hasta convertirse en un centro de investigación, educación y activismo ambiental, logrando atraer a jóvenes y científicos interesados en aprender sobre el ecosistema costero y su conservación. Durante los últimos años, el centro ha logrado obtener subvenciones para estudios que analizan el estado de las dunas en la región, mostrando su compromiso con la preservación del medio ambiente.

¿Dónde está ubicado Las Dunas Centro Ecológico en Baja California Sur?
Sin embargo, la zona ubicada a largo de la Bahía de La Paz, a unas tres horas en auto hacia el norte de la popular área turística de Los Cabos, ha enfrentado cambios drásticos: el crecimiento de la urbanización y los efectos del cambio climático han puesto en riesgo la integridad de este ecosistema. La construcción de un nuevo hotel frente al mar, junto con el aumento en la frecuencia de tormentas, ha generado preocupación.
De acuerdo con Flores, el Huracán Norma, que tocó tierra como tormenta de categoría 1, fue un claro ejemplo de cómo el desarrollo irresponsable puede llevar a consecuencias desastrosas para el entorno.
¿Cuál es la importancia de las dunas en el medioambiente?
Las dunas de arena, junto con otros ecosistemas costeros como los manglares y los arrecifes de coral, son esenciales para proteger las tierras costeras y amortiguar el impacto de las olas del océano. Sin embargo, a medida que el nivel del mar sigue aumentando y las tormentas se vuelven más intensas, su importancia se vuelve crítica.

De acuerdo con estudios, se estima que México podría perder cerca de 6 mil 500 millones de dólares anuales debido a la desaparición de las dunas y otros ecosistemas costeros. Ante esto, Flores enfatizó la necesidad de un apoyo gubernamental más grande para proteger estos espacios.
La falta de regulación y la ineficacia en la aplicación de leyes contribuyen a la degradación de las dunas. Desde La Duna, se realizan esfuerzos para concientizar sobre el valor ecológico y económico de estos ecosistemas, promoviendo prácticas de turismo sostenible y actividades que respeten el entorno.
Visitantes pueden conectar con la naturaleza al visitar La Duna
El estilo de vida en La Duna es un reflejo de su filosofía ecológica. Los visitantes pueden experimentar un modo de vida que incluye duchas al aire libre, el uso de agua racionada y retretes de compostaje. Este enfoque busca no solo minimizar el impacto ambiental, sino también fomentar una conexión más profunda con la tierra.

Hoy en día, La Duna se posiciona como un lugar de refugio para aquellos que buscan sanar, aprender y reconectarse con la naturaleza. Con un creciente interés en prácticas sostenibles desde el inicio de la pandemia, Flores ve un futuro brillante para el centro.
Indudablemente, este espacio no solo representa un modelo de sostenibilidad, sino que también se ha convertido en un faro de esperanza para quienes luchan por preservar el delicado equilibrio del medio ambiente en Baja California Sur.
Con información de Yale Climate Connections y ecobaja.mx.