El documental “Surgencia” narra un viaje emocional y geográfico por la península de Baja California, donde el vitivinicultor Hugo D’Acosta y el chef Benito Molina se embarcan en una travesía que explora los paisajes naturales y los efectos de la actividad humana en el medio ambiente.
Grecia Bojórquez/ NORO
Dirigida por Alejandro Montalvo y producida por Daniela D’Acosta, “Surgencia”ofrece una visión introspectiva de la región de Baja California, capturando tanto su belleza natural como las cicatrices dejadas por el hombre.
Con una duración de 1 hora y 17 minutos, “Surgencia” se convierte en una carta de amor a la península, mostrando la estrecha conexión de D’Acosta y Molina con su entorno y su impacto en la cultura local.
¿En qué lugares se filmó “Surgencia”?
En su recorrido, D’Acosta y Molina visitan diversos lugares emblemáticos de Baja California y Baja California Sur, entre ellos La Grulla, San Quintín, Guerrero Negro y San Ignacio. Cada parada revela la complejidad de la interacción humana con la naturaleza, desde la agricultura y la pesca hasta la historia de los habitantes originarios, como los Pai Pai en La Grulla. La película no solo muestra la hermosura de estos sitios, sino también la realidad de sus habitantes, quienes dependen de lo que el mar y la tierra les proveen.
La elección de Baja California como escenario no fue fortuita; tanto D’Acosta como Molina son figuras icónicas en la transformación de la región. El primero, a través de su bodega Casa de Piedra, ha sido un pilar en el auge del vino mexicano, mientras que Molina, desde su restaurante Manzanilla, ha impulsado la gastronomía basada en productos marinos locales. Esta dualidad entre la tierra y el mar es una constante en “Surgencia”, donde ambos protagonistas encuentran un punto de conexión con el paisaje y con su propia historia.
“Surgencia” pretende dar una reflexión sobre el valor de los recursos naturales
El director Alejandro Montalvo expresa en el documental su preocupación por el extractivismo y el impacto de la humanidad en los recursos naturales de la península. Durante la filmación, que abarcó quince días, pero cuya inspiración y realización se extendieron por cinco años, Montalvo relata cómo descubrió una Baja California que no suele mostrarse en las postales turísticas.
Se trata de una tierra donde la naturaleza se convierte en la protagonista, en la vida cotidiana de quienes viven a su merced y a quienes el file da voz. Para Montalvo, el proyecto es un espejo de la relación entre el ser humano y el medio ambiente, lo que invita al espectador a reflexionar sobre la huella que todos dejamos en nuestro entorno.
Esta película pretende ser un recordatorio sobre la urgencia de proteger el territorio y valorar los recursos naturales. La cámara de Montalvo no solo captura el paisaje, sino también la pasión de D’Acosta y Molina por su entorno, y cómo esta pasión contagia a quienes los rodean y, ahora, a la audiencia que los sigue en este viaje cinematográfico.
Hugo D’Acosta y Benito Molina: protagonistas de “Surgencia”
La conexión de los personajes con su tierra va más allá de sus profesiones. Hugo D’Acosta, pionero en la producción de vino en el Valle de Guadalupe, y Benito Molina, un defensor de la pesca sustentable, simbolizan la identidad cultural de Baja California.
A través de sus ojos, la audiencia descubre el balance entre tradición y modernidad que define la región. La película documenta la filosofía de vida de ambos hombres, quienes ven en el vino y la gastronomía un medio de respeto y diálogo con la naturaleza.
D’Acosta ha dedicado años a la viticultura, consolidando a Casa de Piedra como una referencia del vino mexicano, mientras que Molina ha puesto en alto la cocina de Baja California con su pasión por los productos marinos. Su compromiso con el territorio va más allá de sus negocios, convirtiéndose en una labor casi espiritual de respeto a la península. En “Surgencia”, estos personajes sirven de guía para entender la Baja California profunda, lejos de las ciudades y las zonas turísticas, y conectan con las comunidades y los primeros pobladores que ven en la naturaleza su fuente de vida.
Este documental representa un esfuerzo colaborativo entre los talentos de la región, con el apoyo de Casa de Piedra, Manzanilla, y otros actores locales que creyeron en el proyecto. En última instancia, Surgencia busca despertar en la audiencia una reflexión sobre la conexión que se tiene con la naturaleza y la urgencia de proteger los espacios naturales que compartimos. Ahora, el documental formará parte de las producciones exhibidas en el Festival Internacional de Cine de Ensenada. ¿Vas a ir a verla?