Jordi Muñoz, tijuanense, revolucionó la tecnología de los drones al cofundar 3D Robotics. Con ingenio y usando plataformas como Arduino, creó drones accesibles para todos.
Ricardo Amador/NORO
En el 2007, Jordi Muñoz, un joven originario de Tijuana, enfrentaba uno de los momentos más desafiantes de su vida. Tras ser rechazado en dos ocasiones por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), decidió dejar atrás su tierra natal y mudarse a Estados Unidos con su novia.
Sin documentos que le permitieran trabajar, se encontraba en una situación complicada, pero esto no lo detuvo. A sus 20 años, comenzó a sumergirse en el mundo de la tecnología, buscando refugio en la computación y la experimentación.
“Soñaba con convertirme en piloto y al mismo tiempo me fascinaba jugar con legos, electrónica y todo eso”, contó a BBC. Esta fascinación lo llevaría a convertirse en uno de los cofundadores de 3D Robotics, una de las principales compañías de fabricación de drones en América del Norte.
Jordi Muñoz innovó a través de la experimentación
La historia de Jordi Muñoz como inventor de drones comenzó de manera poco convencional. Mientras esperaba obtener su tarjeta de residencia en Riverside, California, decidió explorar su curiosidad.
Utilizando la plataforma Arduino, que le permitía crear dispositivos desde casa, Muñoz hackeó un helicóptero de juguete, convirtiéndolo en un dron controlado a distancia.
Este experimento rudimentario fue el primer paso hacia una revolución tecnológica que cambiaría la industria de los drones para siempre. Compartió sus avances en un foro en línea para entusiastas de drones caseros, lo que llamó la atención de Chris Anderson, entonces editor de Wired y fundador de DIYDrones.com.
Anderson, intrigado por el talento de Jordi Muñoz, le envió un cheque de $500 dólares para apoyarlo en su proyecto. Así comenzó una colaboración que resultaría en la creación de 3D Robotics, la empresa pionera en la fabricación de drones comerciales.
3D Robotics, una de las primeras empresas en crear drones comerciales
En 2009, Muñoz y Anderson cofundaron 3D Robotics, una compañía que rápidamente se posicionó como un referente en el sector de los drones. A pesar de no contar con un título formal en ingeniería, Jordi Muñoz asumió el cargo de director de tecnología, mientras que Anderson se encargaba de la gestión comercial.
La empresa creció de manera exponencial, alcanzando más de 300 empleados y generando ingresos anuales superiores a $20 millones de dólares.
Uno de los logros más importantes de 3D Robotics fue el lanzamiento del dron “Solo” en 2014, un dispositivo diseñado para ser accesible a un amplio espectro de usuarios, desde médicos hasta arqueólogos.
Con este avance, los drones dejaron de ser herramientas exclusivas del ámbito militar para convertirse en dispositivos útiles y versátiles para diversas profesiones.
El dron “Solo” marcó un antes y un después en la percepción pública de estos vehículos aéreos no tripulados. Este cambio en la imagen de los drones permitió que la tecnología se democratizara, llevando sus beneficios a sectores que anteriormente no habrían considerado su uso.
Sin embargo, el camino no siempre fue fácil. En 2016, 3D Robotics enfrentó un cambio significativo: la empresa decidió dejar de fabricar drones para enfocarse en el desarrollo de software. Aunque esta decisión marcó el fin de una era, Jordi Muñoz mantuvo sus acciones y siguió explorando nuevas oportunidades en el campo de la tecnología.
El legado de un mexicano innovador
A lo largo de su carrera, Jordi Muñoz ha sido reconocido por su impacto en la tecnología y la innovación. Ha recibido numerosos premios y distinciones, incluyendo el primer lugar en la Competencia de Vehículos Autónomos organizada por la Fundación X y fue nombrado “Estudiante Emprendedor de México” en 2013. En 2014, Forbes lo incluyó en su lista de “30 Under 30”, consolidando su estatus como uno de los innovadores más influyentes de México.
Hoy en día, Muñoz sigue avanzando en el campo de la robótica a través de su nueva empresa, mRobotics, donde se centra en el desarrollo de sistemas de piloto automático y sensores GPS.
Aunque su perfil mediático ha disminuido en los últimos años, su curiosidad y pasión por la innovación permanecen intactas. .
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Fuentes: Campestre, El País, BBC
