El uso de cigarros electrónicos conlleva riesgos graves para la salud a corto y largo plazo.
Nancy Valenzuela / NORO
En los últimos años, el uso de cigarros electrónicos, comúnmente llamados “vapeadores”, ha ganado popularidad, especialmente entre los jóvenes. Aunque inicialmente se promocionaron como una alternativa “más saludable” al tabaco convencional, la evidencia científica muestra que estos dispositivos pueden ser extremadamente perjudiciales para la salud.
Por ello, la Cámara de Diputados en México determinó que estos productos han quedado prohibidos en el país, como parte de una estrategia integral para mejorar la salud pública.
¿Qué son los cigarros electrónicos y cómo funcionan?
Los cigarros electrónicos son dispositivos que producen un aerosol calentando un líquido, conocido como “e-líquido”. Este aerosol, que los usuarios inhalan, contiene nicotina, saborizantes y otras sustancias químicas.
A pesar de su apariencia inofensiva, este líquido está compuesto por productos como el propilenglicol y la glicerina, que, al ser calentados, liberan partículas tóxicas. Además, los saborizantes y colores llamativos los hacen particularmente atractivos para adolescentes, quienes muchas veces subestiman los riesgos que implican.
Los riesgos para la salud de fumar cigarros electrónicos
A continuación, se describen los principales peligros asociados con el uso de vapeadores:
- Alta concentración de nicotina
Mientras un cigarro tradicional contiene aproximadamente un miligramo de nicotina, algunos dispositivos electrónicos pueden llegar a contener hasta 60 miligramos en una sola cápsula. Esta cantidad es equivalente a fumar 60 cigarros en un solo uso, lo que genera una dependencia física y psicológica mucho más rápida y profunda. - Daños al sistema respiratorio
El aerosol que producen estos dispositivos puede causar neumonía lipoidea, un tipo de inflamación pulmonar causada por las microgotas oleosas que ingresan a los pulmones. Estas sustancias, como los aceites de cannabis o las vitaminas A y E, no pueden ser expulsadas por el cuerpo, lo que provoca graves afectaciones respiratorias. - Efectos a nivel cardiovascular
La nicotina afecta negativamente al corazón, las arterias y las venas, aumentando el riesgo de enfermedades como la aterosclerosis. Además, puede exacerbar condiciones preexistentes, poniendo en peligro la vida del usuario. - Riesgo de lesiones físicas
Las baterías de los cigarros electrónicos han explotado en múltiples casos, causando quemaduras, pérdida de dedos e incluso fracturas de mandíbula. Estos incidentes se suman a los peligros de estos dispositivos, destacando su falta de regulación adecuada. - Atracción hacia el tabaquismo
El uso de vapeadores puede ser una puerta de entrada al consumo de tabaco tradicional, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes. Esto no solo perpetúa la adicción a la nicotina, sino que también aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el tabaco.
Adolescentes y jóvenes son las principales víctimas del cigarro electrónico
El cerebro de los adolescentes se encuentra en desarrollo hasta los 25 años, lo que los hace especialmente vulnerables a los efectos de la nicotina. Esta sustancia puede alterar procesos relacionados con la atención, el aprendizaje y el control de impulsos. Además, la exposición temprana a la nicotina incrementa el riesgo de adicción a otras drogas en el futuro.
Prohibición de cigarros electrónicos en México modificó la Constitución Mexicana
El dictamen aprobado modifica los artículos 4 y 5 de la Constitución Mexicana para prohibir la venta y el consumo de cigarrillos electrónicos y otros dispositivos electrónicos de vapeo, como parte de una estrategia integral para mejorar la salud pública.
Diputados que votaron a favor del dictamen enfatizaron que estos dispositivos son peligrosos para la salud, ya que, según estudios internacionales, su uso ha provocado miles de casos de daño pulmonar grave, incluso en jóvenes, y algunas muertes relacionadas con su consumo en México.
Autoridades señalaron que los aerosoles generados por estos dispositivos contienen más de 80 compuestos tóxicos, entre ellos metales pesados y sustancias cancerígenas, lo que ha generado un fuerte rechazo hacia ellos.
Por otro lado, la reforma también tiene como objetivo la protección frente a la producción y distribución de drogas sintéticas como el fentanilo ilícito, que ha causado una crisis de salud pública en varios países, incluidos los Estados Unidos. El dictamen fue aprobado por una mayoría calificada, lo que asegura que la medida será vinculante para todos los niveles de gobierno en México.
Con información de CDC del Gobierno de Estados Unidos y Gaceta UNAM