El elefante Big Boy inauguró el santuario de animales Ostok en Sinaloa, luego de ser atendido por especialistas y ganar 350 kilos
Tras la emisión de la Ley General de Vida Silvestre que entró en vigor en 2015 miles de animales en México fueron liberados de los espectáculos circenses. Uno de ellos fue el elefante Big Boy, quien el pasado 19 de julio llegó al nuevo santuario para animales Ostok ubicado en Culiacán, Sinaloa.
El acto de liberación del elefante y acondicionamiento del Santuario Ostok estuvo a cargo del activista Arturo Islas; Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM); su hijo, Amado Zazueta y Don Chuy, entrenador de Big Boy desde hace más de 30 años.
Anterior a este evento, el elefante de origen asiático de 40 años de vida pasó una cuarentena en el zoológico de Culiacán. Se realizaron múltiples estudios para determinar la salud del animal, tiempo en el que Big Boy ganó 350 kilos. Tras la mejoría, los veterinarios dieron de alta al elefante para que este pudiera ser trasladado al santuario, lugar donde también se pretende albergar a otros animales rescatados.
“Big Boy no es una mascota. Big Boy nos ayudará a reunir los recursos necesarios para ayudar a algunos animales mexicanos a los que daremos una segunda oportunidad aquí con todos los especialistas”
Arturo Islas, activista
El Santuario Ostok se encuentra ubicado a unos kilómetros de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, en terrenos del rancho conocido como La Campana. La construcción de este oasis para animales rescatados fue posible gracias a las aportaciones de empresarios y patrocinadores. De momento, solo se encuentra habilitado el espacio zanjado donde estará Big Boy, mismo que cuenta con un área de sombra natural con vegetación y charcos de lodo.
La familia Rolex niega maltrato al elefante
Cuando Arturo Islas anunció la liberación de Big Boy a inicios de abril de este año los familiares dueños del circo donde actuaba el paquidermo externaron su inconformidad. Aseguraron que se estaba lucrando con el animal y que este no se encontraba en condiciones precarias como se había dicho.
Según declaraciones de Islas a veterinarios, Big Boy o Roman como aseguraron que era el nombre real del elefante, tenía un deterioro en sus patas además de un estado anímico preocupante. Se dijo también que este se encontraba encadenado entre excrementos, perros y caballos.
Paola Rolex estuvo entre quienes acusaron a Islas de actuar en beneficio propio. De esta forma aseguró que se trataba de un montaje y que se obligó al cuidador de nombre Luis a encadenar a Big Boy para realizar una serie de grabaciones en video. Este acto fue ejecutado por Arturo Islas y el entrenador Don Chuy.
“Arturo piénsalo, ábrete un circo porque estás haciendo un show y armando un espectáculo. De verdad, haz un circo te iría muy bien”, dijo en sus redes sociales Paola Rolex.
La joven también dijo que el elefante tenía un área para caminar de tres hectáreas y que este recibía las atenciones y alimentación necesaria. Rolex también exigió que se cumpla con la palabra de cuidarlo y protegerlo, sin lucrar con él.
La violencia animal está normalizada
Por otra parte, Arturo Islas declaró que tiene pruebas de las condiciones en las que encontró a Big Boy y que las pretende mostrar en un documental. De igual forma, tildó de delincuentes a los exdueños del animal y señaló que sus denuncias no eran reales, sino una forma de obtener más seguidores en redes sociales.
“Respeto que ellas [Paola y Kenia Rolex] tengan esa postura porque ellas nacieron con eso, nacieron con el maltrato animal en sus vidas y lo ven bien cuando la realidad es que está mal. De eso habla mi video, de que hemos normalizado esa violencia”, comentó Islas a una cadena de televisión.
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