Café El Marino es una empresa orgullosamente mazatleca, fundada en 1950 por el joven emprendedor Ricardo Lizárraga Granados, cuando tenía apenas 24 años de edad
Los mazatlecos reconocen el olor del café El Marino mejor que nadie. Su fábrica se ubica sobre el paso superior de la avenida Gabriel Leyva, por donde también pasan los turistas que entran al puerto por el sur. Su fundador, Ricardo Lizárraga Granados, recibió el Premio Nacional de Exportación 2010 otorgado por el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión, y Tecnología, A.C. (COMCE).
Historia de café El Marino
Cuando su tío le ofrece traspasarle su tienda de abarrotes, el entonces minero decide venir al puerto a probar suerte. Fue así que Ricardo Lizárraga descubrió su pasión por lo negocios, lo que le permitió comprar una segunda tienda, La Paja de Oro.
Pronto su talento llamó la atención de José Montes, uno de sus proveedores de nacionalidad española, que lo invitó a incursionar en el negocio del café hasta que lo convenció.
De esta forma, Montes compró la casa en el cruce de Avenida Ignacio Zaragoza y calle General Ernesto Damy, en el centro de Mazatlán, que Ricardo se encargó de acondicionar con un molino a manera de expendio. El nombre de El Marino nació como un símbolo con el que la gente del puerto pudiera conectar. Ahí se procesaron los primeros 43 kilos de café.
Un año después comienzan a construir su planta tostadora. Lizárraga Granados se encargaba de vender el café en diferentes puntos de Mazatlán de lunes a sábado, iba y venía en su bicicleta haciendo entregas, mientras que los domingos se iba en camioneta a las rancherías aledañas, primero del municipio, luego de la región sur de Sinaloa. Cuenta la historia que no descansó ni un día los primeros dos años del negocio.
La planta tostadora se terminó hasta 1958, cuando ya se comercializaba café de El Marino en todo Sinaloa, además del occidente de México. Para la década de los 60, El Marino se abrió mercado en Estados Unidos y Canadá, tano con grano verde como tostado. En los años 70 se convirtió en la primera empresa mexicana en ofrecer café soluble.
“Toda empresa lleva detrás una historia llena de sacrificios, lo mismo pasó con esta que nació cuando mi padre, Ricardo Lizárraga, dejó de ser comerciante en abarrotes para poner un expendio de café. No fue fácil, cuando se estableció la fábrica procesadora, todos creían que era una locura poner una industria así en un lugar tan húmedo, pero nosotros creímos y lo desafiamos”
Javier Lizárraga Mercado en su participación como caso de éxito dentro del 21 Congreso del Comercio Exterior Mexicano
Éxito internacional
Actualmente, además de su marca original de café que ofrece en más de 50 presentaciones, El Marino cuenta con una amplia variedad de productos en su catálogo, desde cereales y mariscos en lata, hasta frascos, bolsas y cafeteras
En 2004 se crea la alianza Sugar Foods de México entre café El Marino y Sugar Foods Corporation, bajo la cual la empresa mazatleca se convirtió en distribuidora de los crotones Fresh Gourmet y Stevia, entre otros productos de la marca Sugar Foods, para diversas cadenas de restaurantes en el país.
Fuentes: Café El Marino, Noroeste, Mazatleco
