A pocos kilómetros de Puerto Peñasco, en Sonora, se encuentra Campo La Salina, un oasis de biodiversidad cubierto de sal
El Campo La Salina está ubicado a escasos kilómetros de Puerto Peñasco, se llega en poco más de una hora en carro, entrando en el kilómetro 44 por la carretera al Golfo de Santa Clara. Este lugar en medio del desierto Alto del Golfo de California, es el sitio ideal para todos aquellos amantes de la naturaleza y la aventura, además para quienes buscan capturar en fotografías paisajes únicos, sin embargo son pocos los que lo conocen.
Junto al Mar de Cortés, este mosaico natural formado por sal coexisten varias áreas naturales como la Reserva de la Biósfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, además de la Reserva de la Biosfera del Pinacate y Gran Desierto de Altar. También en la zona del mar se encuentra un Área de Protección de Flora y Fauna de las Islas del Golfo de California.
El Campo La Salina, como un sitio único en materia de biodiversidad, ha sido catalogado como Ramsar. Estas áreas son humedales resguardados debido a que se les reconoce como focos de diversidad biológica, lo que significa que se encuentran entre los ecosistemas más productivos del planeta y brindan refugio a numerosas especies de plantas y animales. México se ubica en el segundo lugar entre las naciones con más sitios RAMSAR, al tener 142 de ellos, los cuales abarcan un área total de 8,657,057 hectáreas.
La preservación del entorno natural de Campo La Salina es esencial para el desarrollo del turismo sostenible en la región, con algunas actividades como el campismo, la pesca y el senderismo. Los visitantes tienen la oportunidad de participar en actividades de conservación. Además, el turismo en la zona contribuye a la economía local, generando empleo y fomentando el desarrollo de infraestructuras respetuosas con el medio ambiente.
En la playa de La Salina se encuentra el ejido Vicente Guerrero, donde se recibe a los turistas que principalmente son amantes de la naturaleza o biólogos interesados en el salobral. En el espacio se cuenta con habitaciones y pocos servicios, pero siempre con un trato amable y cálido por parte de los encargados del lugar.
Campo La Salina, un lugar sagrado para el pueblo originario Tohono O’odham
Este sitio consta de dos salinas, la más pequeña está abierta al turismo, y en ella se encuentran cabañas y establecimientos locales que ofrecen recorridos por el área. La segunda salina es una de las más extensas de Sonora, y se conserva en su estado original. En esta región culmina la Ruta de la Sal de los Tohono O’odham, y se le considera territorio sagrado.
Desde tiempos ancestrales la zona del desierto sonorense era recorrido por el grupo originario, quienes al llegar al Campo La Salina se encontraron con un recurso natural que utilizaban como medicina y conservador. La sal viajaba por estos grupos hasta zonas actualmente ubicadas en Estados Unidos, donde se resguardaba principalmente para uso médico.
En la actualidad se realiza la llamada Ceremonia de la Sal, donde se hace el trayecto similar a lo que hacían los ancestros de los Tohono O´odham, los “guerreros de la sal”, este camino se le conoce como Ruta de la Sal. Además, al llegar al Campo La Salina los visitantes se encuentran con el bastón de mando, que hace saber que se encuentran en un lugar sagrado para los pápagos, quienes todavía hacen esfuerzos por mantener las costumbres.
Aunque Campo La Salina es un destino que puede visitarse durante todo el año, la mejor época para disfrutar de todas sus actividades y su biodiversidad es entre los meses de octubre y mayo, cuando las temperaturas son más agradables. Sin importar la fecha en la que se visite, siempre se podrán ver de noche uno de los cielos estrellados más impactantes de México.
¿Te gustaría visitar este oasis de sal en Sonora?
Fuente: El Imparcial, El Sol de Hermosillo, Food and Pleasure, Visit Puerto Peñasco.
