Las corredoras rarámuri, reconocidas a nivel mundial, destacan por su resistencia en ultramaratones sin entrenamiento formal ni dietas específicas. Su alimentación se basa en maíz, frijol y productos locales, mientras su rutina diaria implica caminar grandes distancias, fortaleciendo su capacidad física.
Ricardo Amador/NORO
Las corredoras rarámuri, conocidas mundialmente por su capacidad de recorrer largas distancias en condiciones desafiantes, basan su alimentación en una dieta sencilla pero nutritiva, que incluye principalmente maíz y frijol.
Esta dieta ancestral, rica en carbohidratos y baja en grasas, es fundamental para su resistencia. La alimentación en la Sierra Tarahumara es limitada y se basa en lo que la tierra les ofrece, complementándose con nopales, pinole y quelites.
La falta de carnes rojas en su alimentación se debe en parte a la poca disponibilidad en sus comunidades, ya que para acceder a ella deben recorrer grandes distancias.
A diferencia de otros corredores, las corredoras rarámuri no siguen un plan de entrenamiento especializado; su vida cotidiana en la sierra, marcada por largas caminatas de hasta 30 kilómetros, las mantiene en constante movimiento y prepara sus cuerpos para enfrentar competencias de alto rendimiento.
Desde temprana edad, las mujeres rarámuri caminan y corren para satisfacer sus necesidades básicas, como recoger leña o ir al mercado. Así, el ejercicio se convierte en parte de su día a día, y su resistencia es el resultado de un estilo de vida más que de una preparación atlética formal.
Maíz y frijol, alimentación tradicional para las corredoras rarámuri
La base de la dieta rarámuri consiste principalmente en maíz y frijoles, ingredientes que proporcionan carbohidratos y proteínas esenciales. En la Sierra Tarahumara, donde habitan estas corredoras, los alimentos son limitados y escasos, lo que obliga a la comunidad a adaptarse a lo que la tierra les ofrece.
La importancia del maíz no se limita a ser un alimento básico; es un símbolo de su cultura y tradiciones. El pinole, un tipo de harina de maíz tostado, es un elemento crucial en su dieta, ya que proporciona energía rápida durante las competiciones.
La alimentación de la comunidad rarámuri incluye tortillas de maíz y nopal, junto con un vaso de café, lo que refleja una dieta rica en carbohidratos y baja en grasas, lo cual es fundamental para su rendimiento atlético.
La ciencia detrás de la resistencia de las corredoras rarámuri
Según el Dr. Humberto Padilla, presidente del Colegio de Ortopedia y Traumatología, los rarámuri poseen factores genéticos que les permiten una resistencia destacada y una baja tendencia a padecer obesidad.
La alimentación basada en carbohidratos complejos y baja en grasas, junto con la actividad física constante, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mantiene su cuerpo delgado y ágil.
Además, el clima frío de la Sierra Tarahumara contribuye a su rendimiento, ya que no pierden electrolitos rápidamente al no sudar en exceso, lo que les permite conservar su energía durante competencias de larga duración.
El Dr. Padilla también señala que la falta de sobrepeso y la estructura del pie de las personas rarámuri son factores adicionales que favorecen su capacidad para correr. La baja incidencia de pie plano entre ellos facilita el desempeño en actividades físicas intensas y reduce el riesgo de lesiones articulares, un problema común entre otros corredores de ultradistancia.
Inspiración para el mundo
Las corredoras rarámuri se han robado la atención entre la comunidad de corredores de todo el mundo, quienes se sienten inspirados por su fortaleza y determinación.
Durante la reciente Gran Carrera del Desierto en Puerto Peñasco, Sonora, la corredora rarámuri María Isidora Rodríguez demostró una vez más la fuerza de su comunidad al ganar en la categoría “master”.
Su victoria se logró sin el uso de equipo deportivo sofisticado ni entrenadores especializados. Al igual que otras mujeres de su comunidad, Rodríguez emplea guaraches y ropa simple, enfrentando el reto con la misma humildad y determinación que caracteriza a las rarámuri.
Esta fuerza, que muchos atribuyen a su conexión ancestral con la naturaleza, convierte a las corredoras rarámuri en una verdadera inspiración para corredores y espectadores alrededor del mundo.
Las mujeres rarámuri representan un ejemplo de cómo la simplicidad y la adaptación pueden llevar a grandes logros. Su vida cotidiana, marcada por una dieta básica y largas caminatas, las ha convertido en algunas de las mejores corredoras de ultramaratón del mundo, cautivando la atención global y demostrando que el espíritu y la determinación son tan importantes como cualquier entrenamiento especializado.
¿Qué otros beneficios conoces de los frijoles y el maíz?
Fuentes: Milenio, El País, La Opción