La Liga Estatal de Beisbol (LEB) en Chihuahua corona a los Indios de Ciudad Juárez como los campeones de la Temporada 2025, un resultado que acaba con la sequía del equipo fronterizo tras 25 años sin levantar el máximo título del certamen, colocando en sus vitrinas el doceavo título de su historia
Dulce Navarro / NORO
Después de 25 años de sequía, los Indios de Ciudad Juárez se proclamaron campeones de la Liga Estatal de Beisbol (LEB) al derrotar 4-3 a los Dorados de Chihuahua en un séptimo juego dramático. Con este triunfo, la tribu fronteriza sumó el título número doce de su historia y puso fin a una racha de seis derrotas consecutivas en series finales desde el año 2000.

Los Indios de Ciudad Juárez demostraron la garra de un equipo que no se rindió hasta alzar de nuevo el título
Ciudad Juárez Juárez llegó a la capital estatal en desventaja, con la serie 2-3 en favor de Dorados. Sin margen de error, los Indios ganaron el sexto partido con marcador de 4-3 y forzaron el juego definitivo. El séptimo encuentro volvió a repetirse en cifras: otro 4-3 a favor de los visitantes, que escribieron una de las páginas más emotivas en la historia de la LEB.

La ofensiva de Ciudad Juárez arrancó con fuerza desde el primer episodio gracias a los batazos de Eudor García y Yahir Gurrola, que impulsaron las dos primeras carreras. Una más llegó en la segunda entrada y otra en la tercera, lo que les dio una ventaja que resultó decisiva. Aunque Dorados respondió con un marcador cerrado, la defensa y el bullpen juarense se encargaron de mantener la mínima diferencia hasta el último out.
El nombre de Damián Mendoza quedó grabado como uno de los protagonistas de la serie. Con tres salidas impecables, el serpentinero fue pieza clave en el campeonato y se llevó el premio “C.P. José Luis García Mayagoitia” al Jugador Más Valioso. Sus números hablan por sí solos: récord de 1-0, efectividad de 0.60 y 26 ponches en apenas 15 entradas.

En el sexto partido lanzó cuatro episodios de calidad, mientras que en el séptimo apoyó desde el bullpen para que sus compañeros completaran la hazaña. Su consistencia en la lomita fue vital para mantener a raya a una ofensiva dorada que nunca dejó de presionar.

Dentro de Ciudad Juárez, el beisbol continúa pisando fuerte como uno de los deportes favoritos de los aficionados
El desenlace tuvo un guiño al pasado. En 1999, Pablo “Pistolero” González dio el batazo que le dio a Juárez su último título. Veinticinco años después, fue el mismo “Pistolero” quien, desde la caseta como manager, condujo a la tribu a una nueva corona. Un cierre poético que unió generaciones y reforzó la identidad del equipo con su ciudad.

La serie final reunió a cerca de 100 mil asistentes entre todos los juegos, muestra del arraigo que tiene el beisbol en Chihuahua. En Ciudad Juárez, la celebración se vivió como una fiesta familiar, donde jóvenes que nunca habían visto campeón a su equipo compartieron la emoción con padres y abuelos que esperaron un cuarto de siglo por este momento.

La coronación en territorio rival, luego de una remonada a una serie adversa, refuerza la imagen de los Indios como un equipo de perseverancia y pasión. Para Ciudad Juárez, la obtención de este campeonato fue la confirmación de que el beisbol forma parte de su identidad colectiva, tratandose de un deporte con gran tradición dentro del territorio fronterizo.
Con información de El Heraldo de Chihuahua, La Jornada y Puente Libre










