A pesar de los esfuerzos de la FIFA por hacer del Mundial 2026 la edición más sustentable de la historia, diversos expertos advierten que el formato multinacional entre México, Estados Unidos y Canadá podría resultar en una de las ediciones más contaminantes debido a la huella de carbono que implica este modelo
Dulce Navarro / NORO
El Mundial 2026 de la FIFA se perfila como la más ambiciosa en la historia del torneo, al celebrarse por primera vez en tres países —México, Estados Unidos y Canadá— y contar con la participación de 48 selecciones. Aunque la FIFA la ha promocionado como “el torneo más sostenible de la era moderna”, expertos y organizaciones ambientales alertan sobre lo contrario: podría ser la edición con mayor huella de carbono registrada hasta ahora.
El Mundial 2026 tendrá una huella de carbono sin precedentes debido al formato multinacional de esta edición
Desde 2021, la FIFA ha insistido en su compromiso climático a través de su Estrategia Climática, con objetivos como reducir en un 50% sus emisiones para 2030 y alcanzar la neutralidad en 2040. Para lograrlo, propone el uso de infraestructura existente, mejoras energéticas, impulso a energías renovables y compra de créditos de carbono.
Sin embargo, la experiencia de Qatar 2022 dejó dudas importantes, pues a pesar de que se promocionó como un evento “neutro en carbono”, las cifras demostraron lo contrario: se generaron más de 3.6 millones de toneladas de CO₂, en gran parte por la construcción de estadios y sistemas de refrigeración. Además, un informe suizo concluyó que la FIFA utilizó afirmaciones engañosas al respecto.
Para el Mundial 2026, la FIFA calculó en su candidatura una emisión de 3.7 millones de toneladas de CO₂, pero esa cifra se basa en estimaciones de 2017, cuando el torneo tenía 64 partidos y no los 104 actuales. Esto ha llevado a diversos expertos a advertir que la huella real podría ser mucho mayor y no está actualizada.
- Se espera que el 85% de las emisiones provengan del transporte, siendo:
- 51% por viajes internacionales.
- 34% por traslados entre ciudades y dentro de ellas.
A diferencia de Qatar, donde las construcciones nuevas generaron gran parte del impacto, en 2026 las distancias entre sedes —de hasta 4,000 km— y el volumen de traslados serán los principales factores contaminantes.
La incógnita respecto al tema de la sustentabilidad en el Mundial 2026 continúa: ¿habrá una solución real para este problema?
Ante este panorama, los organizadores del Mundial 2026 han propuesto medidas para mitigar el impacto, como agrupar la fase de grupos en regiones geográficas, fomentar el uso de transporte público y promover el uso de infraestructura existente. Pero la efectividad de estas estrategias depende de su implementación y del comportamiento de los asistentes, lo cual varía entre países y ciudades sede.
Además, la idea de compensar emisiones a través de créditos de carbono ha sido cuestionada por especialistas, ya que muchas veces no hay garantías de que dichas compensaciones sean verificables o tengan un impacto real.
El crecimiento del torneo conlleva también un alto costo ambiental. Estudios recientes advierten que:
- Un solo partido del Mundial puede generar hasta 72,000 toneladas de CO₂, el equivalente a las emisiones anuales de más de 50,000 automóviles en el Reino Unido.
- La huella de carbono anual del futbol mundial se compara con las emisiones de un país como Austria.
Frente a esto, algunos expertos proponen reestructurar los megaeventos, incluso considerar sedes fijas o rotativas para reducir la necesidad de nuevas construcciones y largos desplazamientos.
La FIFA busca que el Mundial 2026 sea una edición histórica en cuanto a la sustentabilidad, pero su historial reciente y la magnitud logística del evento generan escepticismo. Como señaló el geógrafo David Gogishvili, mientras otros eventos globales como los Juegos Olímpicos han limitado su escala, el Mundial 2026 parece ir en dirección opuesta, con más partidos, más sedes y más impacto ambiental.
Con infromación de Wired, Los Angeles Times, Comentario del Día y Reversible
