La Semana Santa en la Sierra Tarahumara incluye diversas celebraciones, entre las cuales, la danza y la “quema de Judas” son las emblemáticas de los rarámuris.
Nancy Valenzuela / NORO
La Semana Santa en la Sierra Tarahumara es una de las festividades más emblemáticas y espirituales de la comunidad rarámuri, quienes habitan las montañas del estado de Chihuahua y regiones aledañas en Durango y Sonora.
Para los rarámuris, conocidos como «pies ligeros» por su impresionante capacidad de correr largas distancias, esta celebración representa la lucha entre el bien y el mal, y se vive con danzas, rezos y rituales que perduran por días enteros.

En la Sierra Tarahumara, los rarámuris reafirman su relación con Dios en Semana Santa
Para los rarámuris, la Semana Santa es el momento del año en que se reafirma la relación de su comunidad con Dios. La festividad gira en torno a la eterna batalla entre Dios y el diablo, donde los «fariseos» representan las fuerzas malignas y los «soldados» defienden a la divinidad.
Durante este periodo, la comunidad se une en rezos, misas y danzas que simbolizan la protección del bien. El evento central es el «Comonorirawachi», que significa «cuando caminamos en círculo» y refleja la tradición de rodear las iglesias en procesión continua como forma de protección espiritual.

Uno de los momentos cumbre de la celebración es la «quema del Judas» el Sábado Santo. En esta representación, se elabora un monigote de tamaño real, vestido con ropa de mestizo, y se le prende fuego como símbolo de la expulsión del mal. Se cree que, si la figura no es destruida, la comunidad podría sufrir sequías o inundaciones.
La danza se convierte una expresión de celebración durante la Semana Santa
Uno de los puntos clave de la celebración es la danza, considerada una forma de oración en movimiento. Los raramuris bailan sin descanso alrededor de los templos misionales, algunos de ellos construidos en el siglo XVII por los jesuitas. Esta práctica simboliza su entrega y fe inquebrantable.
En la comunidad de Norogachi, cerca del Pueblo Mágico de Guachochi, se lleva a cabo «La danza de los pintos», donde los hombres decoran sus cuerpos con manchas blancas de cal y agua, mientras descienden desde la montaña hasta la Misión con banderas multicolores, al son de tambores y violines. Este ritual es un acto de agradecimiento y renovación espiritual.

En San Ignacio de Arareco, dentro del municipio de Bocoyna, también se realizan danzas y un riguroso ayuno durante Jueves y Viernes Santo. Los «soldados» y «fariseos» bailan con el estómago vacío, y al finalizar, el «fiestero» de la comunidad les ofrece «tónari», un caldo de carne de res que simboliza la recompensa por su sacrificio.
¿Deseas celebrar la Semana Santa en la Sierra Tarahumara?: Esto debes saber
Si deseas presenciar estos ritos ancestrales, es fundamental pedir permiso a la autoridad tradicional rarámuri, quien debe consultar a la comunidad. En caso de querer tomar fotografías o grabar videos, es recomendable ofrecer una aportación en forma de alimentos o productos.
Un lugar destacado para vivir esta experiencia es Tewerichic, Chihuahua. Para llegar, puedes tomar el tren Chihuahua-Pacífico (Chepe) hasta Bocoyna y luego continuar por carretera. Se recomienda viajar con provisiones y prepararse para un recorrido desafiante, pero recompensado con paisajes de barrancas y ríos espectaculares.
Con información de Forbes y México Desconocido