El queso Chihuahua, también conocido como «menonita», es el tercer queso más representativo de México y tiene un origen religioso donde también están involucradas dos culturas europeas.

El origen del queso Chihuahua se remonta a la migración de menonitas a México en 1921. Posteriormente de la migración mormona y la creación de sus colonias en este estado, los menonitas, de raíces alemanas y holandesas, también comenzaron a llegar años después donde lograron establecerse más de 10 mil personas pertenecientes a este grupo.
La influencia de los menonitas en la producción del queso que se produce en Chihuahua ha sido tan grande que también se le conoce como “queso menonita”. Sin embargo, en las comunidades menonitas se le llama queso chéster o cheddar.
«El creador» del queso Chihuahua
De acuerdo al libro: El queso de Chihuahua: queso Chihuahua de los investigadores José Alberto López y Claudia Vargas, indican que fue un farmacéutico alemán, que pertenecía a las colonias mormonas en Chihuahua, quien trajo la técnica de hacer queso y se la enseñándola a un trabajador del lugar. Posteriormente, se asume que los menonitas habrían tomado esta receta y habrían empezado a hacer el propio.
A partir del año 1936, gracias a que los menonitas compraron muchísimas hectáreas antes de migrar a México (aproximadamente 118 mil), empezaron a producir este queso de manera constante hasta industrializarlo. Incluso tuvieron que remplazaron sus vacas Holstein, una raza bovina procedente de regiones de Alemania y Países Bajos, conocida como Frisia, y cambiarlas por otras razas más productivas.

Proceso del Queso Chihuahua o Menonita
El queso chihuahua es de pasta semidura obtenida por un proceso de coagulación prensada, enzimática, no cocida, madurada y rajable. Para realizarse, se requieren de 20 pasos genéricos, sin embargo, en la actualidad ya muchas empresas han modificado los procesos y recetas para gustos de sus clientes. En esencia, se realiza de la siguiente manera:
- Coagulación o cuajado de la leche
- Incorporación de aditivos
- Deshidratación del coágulo o cuajada
Después de estos tres pasos principales, viene un proceso característico de este queso: el bloqueo y chedarización, que consiste en cortar la pasta del queso en cubos pequeños y moverla con unas palas especiales durante un largo tiempo, en alta temperatura, para que el suero se drene y la pasta se oxigene con el fin de obtener un oreo. Se debe tener una maduración de al menos 14 días previos antes de su empaque y, posteriormente, los cubos conseguidos durante la producción se compactan en los moldes que dan forma al queso.

Usos del queso Chihuahua en la actualidad
Este tipo de queso generalmente se puede comer con cualquier tipo de alimentos, sin embargo, la mayoría de personas en el mundo lo consumen con panes, espaguetis, sándwiches, pastichos, tacos, cremas y papas.
Gracias a su versatilidad, se puede consumir en todas sus presentaciones y añadir un toque adicional a todas las comidas del día. Por ejemplo, en Europa es muy consumido durante desayunos con tostadas francesas y frutas. Por otra parte, en México, es más común verlo presente en platillos salados como quesadillas, fundido en chorizos, empanadas, chilaquiles y hasta con frijoles refritos.
El queso Chihuahua es el resultado de la fusión de las técnicas queseras europeas y las tradiciones culinarias mexicanas y su consumo actual demuestra como, a pesar del tiempo, ambas culturas siguen compartiendo el amor por el mismo producto aunque en diferentes recetas.
Hoy en día, el queso Chihuahua se produce tanto de manera artesanal como industrial, pero siempre se mantiene fiel a sus raíces y tradiciones.
