La Sierra Tarahumara destacada por sus paisajes naturales y los atractivos turísticos que puedes encontrar en esta región de Chihuahua.
Nancy Valenzuela / NORO
La Sierra Tarahumara, en Chihuahua, es uno de los destinos más famosos de la entidad que cautiva por su vasta belleza natural, historia y cultura indígena, al ser el hogar de la etnia Rarámuri.
Si entre tus próximos planes está visitar esta región del estado de Chihuahua, es clave conocer cuál es la mejor temporada para hacerlo, pues dependiendo del mes encontrarás un paisaje totalmente diferente en este lugar, así como las actividades que podrás realizar.
Las mejores temporadas para conocer la Sierra Tarahumara
La mejor temporada para visitar la Sierra Tarahumara depende de tus preferencias y del tipo de experiencias que desees vivir. Sin embargo, las temporadas de otoño y primavera suelen ser las más recomendadas.
- Primavera (marzo a mayo)
La primavera es una temporada ideal para disfrutar de temperaturas agradables que rondan los 18 a 25 °C en el día. Los paisajes, aunque con vegetación aún seca después del invierno, son ideales para practicar senderismo y explorar los cañones y miradores.
- Otoño (septiembre a noviembre)
Durante el otoño, los paisajes de la Sierra Tarahumara se visten de tonalidades doradas y rojizas. Las lluvias del verano han terminado, dejando los ríos y cascadas llenos y las montañas verdes. La temperatura suele ser suave, ideal para actividades al aire libre, y la afluencia de turistas es moderada, lo que permite una experiencia más tranquila.
- Verano (junio a agosto)
El verano es la temporada de lluvias en la Sierra Tarahumara, lo que revitaliza el paisaje con una vegetación densa y cascadas impresionantes, como la Cascada de Basaseachi. Sin embargo, debes considerar que las lluvias pueden hacer que ciertos senderos sean difíciles de transitar. Además, la humedad y las temperaturas pueden llegar a ser incómodas para algunos visitantes.
- Invierno (diciembre a febrero)
En esta temporada, la Sierra Tarahumara experimenta bajas temperaturas, llegando incluso a niveles bajo cero en zonas altas. Esto permite disfrutar de paisajes nevados en lugares como Creel y el Parque Nacional Barrancas del Cobre. La atmósfera invernal crea una postal impresionante, pero es importante estar preparado con ropa adecuada y tener en cuenta que algunas actividades al aire libre pueden verse limitadas por el clima.
Qué visitar en la Sierra Tarahumara
Parque Nacional Barrancas del Cobre
Reconocido como uno de los principales atractivos de la Sierra Tarahumara, las Barrancas del Cobre son un conjunto de cañones más extenso y profundo que el Gran Cañón en Estados Unidos. En este parque se puede disfrutar del Mirador de Urique y Mirador de Piedra Volada, así como actividades como senderismo, ciclismo y recorridos en tirolesa.
Tren Chepe
El Tren Chepe conecta Sinaloa con Chihuahua, y ofrece vistas espectaculares de valles, túneles y cañones de la Sierra Tarahumara en sus más de 600 kilómetros de recorrido, en el cual realiza varias paradas en destinos turísticos claves de la región.
Pueblo Mágico de Creel
Creel es un punto de partida perfecto para explorar la Sierra Tarahumara. Este Pueblo Mágico cuenta con una amplia oferta de hospedaje y guías locales que facilitan el acceso a lugares icónicos. Entre sus atractivos se encuentran la Plaza de Armas, la iglesia de Cristo Rey y el Museo de Arte Popular.
Cascada de Basaseachi
Con una caída de 246 metros, la Cascada de Basaseachi es la segunda más alta de México y es una maravilla natural situada en el Parque Nacional Cascada de Basaseachi. Es ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo, ya que cuenta con diversos senderos y miradores desde los cuales se puede apreciar la caída de agua. La mejor temporada para visitar la cascada es entre junio y septiembre, cuando el caudal es mayor.
Batopilas
Batopilas es un encantador pueblo en el fondo de un cañón, famoso por su arquitectura colonial y su historia minera. Fue uno de los primeros lugares de México en tener electricidad gracias a la industria minera. Hoy en día, se pueden recorrer sus calles empedradas, visitar las ruinas de antiguas minas y conocer la Misión de Satevó, una iglesia del siglo XVIII.
Valle de los Monjes y de los Hongos
Ambos valles son conocidos por sus peculiares formaciones rocosas. El Valle de los Monjes está conformado por columnas naturales que parecen figuras religiosas, mientras que en el Valle de los Hongos las rocas tienen formas que recuerdan a hongos gigantes.
Con información de Gobierno de México y El Heraldo de Chihuahua