La Reserva de la Biosfera Janos, en Chihuahua, es un refugio natural que protege vastos pastizales y bosques, y hogar del único bisonte silvestre en México, que alberga más de 380 especies de fauna.
Ricardo Amador/NORO
En el extremo noroeste de Chihuahua, la Reserva de la Biosfera de Janos emerge como un paraíso de biodiversidad y paisajes espectaculares. Este extenso territorio abarca más de 526,000 hectáreas y limita al norte con Nuevo México, Estados Unidos, y al oeste con el estado de Sonora.
Su geografía ofrece una combinación de planicies que parecen interminables, pastizales nativos, montañas imponentes y bosques que destacan por su riqueza natural.
Declarada Área Natural Protegida el 8 de diciembre de 2009, Janos es un ejemplo de conservación ambiental que busca proteger tanto su biodiversidad como los servicios ecosistémicos que brinda. Esta región es clave para la captación de agua en sus montañas y valles, además de ser un hábitat crucial para numerosas especies en peligro de extinción, incluido el bisonte.
El bisonte: símbolo de resistencia en Janos
Uno de los habitantes más emblemáticos de Janos es el bisonte, un gigante de las praderas norteamericanas que se consideraba extinto en su estado silvestre en México.
Hoy, gracias a esfuerzos de conservación, Janos alberga la única población silvestre de bisontes del país, con 182 ejemplares que cruzan regularmente entre Nuevo México y Chihuahua.
El bisonte, conocido por su imponente tamaño y su distintiva melena, enfrentó siglos de persecución debido a la caza desmedida y la transformación de su hábitat en tierras agrícolas.
La población actual es el resultado de un largo proceso de recuperación que comenzó en los años 90, cuando se identificó una pequeña manada sobreviviente. Su preservación es un recordatorio de la importancia de proteger a las especies amenazadas y su entorno natural.
Diversidad biológica de la zona protegida de Janos
Además del bisonte, la reserva es hogar de más de 380 especies de vertebrados y 250 especies de plantas. Los pastizales de Janos albergan a los perros llaneros, pequeños roedores que forman colonias extensas y juegan un papel vital en el ecosistema; estas comunidades sirven de refugio y alimento para otras especies, como águilas reales, coyotes y serpientes de cascabel.
Entre las aves, destaca el tecolote llanero, cuya población reproductiva en Janos es la mayor de México. La reserva también es un sitio de hibernación para aves migratorias y un importante lugar de anidación para la cotorra serrana occidental, una especie endémica en peligro crítico.
Mamíferos como osos negros, borregos cimarrones, pumas y pecaríes también habitan este santuario. Estas especies encuentran en Janos un refugio que garantiza su supervivencia frente a la creciente presión humana.
Retos a los que se enfrenta Janos
A pesar de su importancia ecológica, Janos enfrenta desafíos significativos. La sobreexplotación de acuíferos, el avance de la frontera agrícola y el cambio climático amenazan la integridad de este ecosistema único.
Desde 1937, cuando el área fue declarada Refugio de Fauna Silvestre, los esfuerzos de protección han buscado equilibrar las necesidades humanas con la conservación ambiental.
Sin embargo, es crucial redoblar las acciones para asegurar el futuro de esta reserva. La colaboración entre comunidades locales, científicos y autoridades es esencial para implementar prácticas sostenibles que preserven la riqueza de Janos para las generaciones futuras.
La Reserva de la Biosfera de Janos no solo es un refugio para el bisonte y otras especies, sino también un recordatorio de la interconexión entre los ecosistemas y el bienestar humano. Este tesoro natural de Chihuahua nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad compartida de cuidar el patrimonio natural que define a México.
¿Te ha tocado irte a dar una vuelta por Janos?
Fuentes: Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Gobierno de Chihuahua
