Este 22 de septiembre se conmemoran 34 años del trágico evento conocido como el «Sábado Negro», que dejó una estela de destrucción.

El 22 de septiembre de 1990, una devastadora tromba sorprendió a los habitantes de la ciudad de Chihuahua. Sin previo aviso por parte de las autoridades de Protección Civil, la tormenta desató una serie de inundaciones que afectaron gravemente la región centro-sur del estado, poniendo en riesgo cultivos y provocando el desbordamiento de varias presas.
El saldo fue devastador: cerca de 47 personas fallecieron, 10 más desaparecieron, y más de 12 mil ciudadanos quedaron damnificados. Además, mil 360 viviendas fueron completamente destruidas, mientras que otras 740 resultaron dañadas.
¿Por qué ocurrió la tromba del ‘Sábado Negro’ en 1990?
Alonso Méndez Torres, director de Tiempo Severo, condujo una investigación que reveló las principales causas meteorológicas del Sábado Negro . El estudio señala que la combinación del fenómeno de El Niño en fase neutra y el ingreso del primer frente frío de la temporada por el norte del estado provocó un brusco cambio de temperatura.
A esto se sumaron altos niveles de inestabilidad en la atmósfera superior y una fuerte entrada de humedad desde los océanos Atlántico y Pacífico. Esta mezcla de factores favoreció la formación de nubes de gran desarrollo vertical. También se registraron un canal de baja presión y una divergencia en altura, condiciones ideales para tormentas severas.
Testigos presenciales informaron haber visto tres nubes embudo durante la tormenta, que afortunadamente no llegaron a tocar tierra, ya que de haberse formado tornados, las consecuencias habrían sido aún más devastadoras. En solo dos horas, la tormenta descargó 140 mm de lluvia, una cantidad insólita para la infraestructura de la ciudad.
Además de las causas meteorológicas, el escritor Óscar Viramontes, en su columna Crónicas Urbanas de Chihuahua para El Heraldo de Chihuahua, explicó que la ciudad capital fue construida de manera irregular, con calles diseñadas para esquivar arroyos naturales que desembocan en los ríos Chuvíscar y Sacramento, lo que agravó las consecuencias de la tromba.

Consecuencias del Sábado Negro de 1990 en Chihuahua
La ciudad de Chihuahua fue testigo de casas derrumbadas, vehículos arrastrados por la corriente y personas desaparecidas. En total, entre 50 y 60 personas perdieron la vida, 10 permanecieron desaparecidas y más de 12 mil habitantes resultaron afectados. Mil 360 viviendas quedaron completamente destruidas.
Los municipios de Rosales y Julimes quedaron incomunicados debido al desbordamiento del río San Pedro. En Meoqui, el vado de la vía corta se inundó, cerrando el paso por completo. La presa Francisco I. Madero, también conocida como Las Vírgenes, superó el nivel de su cortina por más de un metro.
En Delicias, cientos de vehículos quedaron varados por la altura del agua, y la superficie agrícola sufrió pérdidas del 30%, especialmente en cultivos de algodón, soya y cacahuate. Solo el 22 de septiembre, tras el inicio de las lluvias torrenciales, los daños a la agricultura fueron cuantiosos.
Para el 25 de septiembre, dos personas habían fallecido por ahogamiento, y los municipios afectados seguían incomunicados, con numerosas casas derrumbadas y decenas de familias refugiadas en albergues.
Los daños a la agricultura siguieron aumentando durante los días siguientes. El 26 de septiembre se reportó la destrucción total del puente del Vado en Rosales. Un día después, el 27 de septiembre, se informaron graves afectaciones en el cultivo de frijol, sobre todo en el distrito de riego número 06, mientras que el distrito número 05 no sufrió pérdidas significativas.

Hasta el momento, el Sábado Negro es una de las peores catástrofes naturales que ha vivido Chihuahua y, afortunadamente, no se ha vuelto a repetir. ¿Habías escuchado sobre este fenómeno?