Abigael Bohórquez, nacido el 12 de marzo de 1936 en Caborca, Sonora, es una figura que, a pesar del olvido durante mucho tiempo en los círculos literarios oficiales, es uno de los escritores más importantes de la poesía mexicana.
Grecia Bojórquez/ NORO
La vida de Abigael Bohórquez, marcada por una profunda independencia creativa y un estilo radicalmente original, dejó una huella en el panorama literario tanto de Sonora como de México y toda habla hispana.
Bohórquez, quien falleció el 26 de noviembre de 1995 en Hermosillo a causa de un infarto masivo, es reconocido hoy como un poeta que desafió las convenciones de su tiempo y creó un lenguaje único que continúa influyendo en la poesía contemporánea actual.
La carrera del poeta sonorense Abigael Bohórquez
A lo largo de su carrera, Abigael Bohórquez mantuvo una postura distante de las instituciones y antologías literarias que dominaban la escena poética de su época. Su trabajo no siempre fue bien recibido por la crítica tradicional de su época, y ahora, en el siglo XXI, encontró nuevos lectores que valoran su importante exploración poética.
La poesía de Bohórquez desafía las categorías convencionales y es un testimonio de su habilidad para conectar con emociones universales y experiencias humanas profundas.
La obra del poeta caborquense se caracterizó por su enfoque autodidacta y su rechazo a las convenciones literarias de su época. Aunque trabajó como mecanógrafo en el INBA y más tarde en el Organismo de Promoción Internacional de la Cultura (OPIC), su verdadera pasión era la poesía.
A pesar de sus esfuerzos por integrarse en círculos académicos y literarios, como su intento fallido de ser profesor en la Universidad de Sonora y su breve periodo en la Escuela de Letras, Bohórquez se mantuvo al margen de las instituciones literarias.
Esta marginación, sumada a su estilo provocador y sus temas controvertidos, hizo que su obra no fuera incluida en antologías importantes de su tiempo, como las editadas por Carlos Monsiváis y Octavio Paz.
La disolución del OPIC en 1971 y la indiferencia de sus contemporáneos llevaron a Bohórquez a alejarse de los centros literarios y establecerse en lugares más apartados como Milpa Alta y Chalco, esto para encontrar un espacio en el que pudiera expresar su auténtica voz.
Durante su estancia en la Ciudad de México, Bohórquez experimentó una serie de amores y desamores que influyeron profundamente en su obra. Esto ayudó a que su voz poética se caracterizara por reflejar tanto sus victorias como sus tragedias personales.
La muerte de su madre, doña Sofía Bojórquez García, en 1980, fue un golpe devastador que marcó un punto crucial en su vida y en su producción poética. La pérdida de su madre se convirtió en un tema recurrente en su obra, donde el duelo y la memoria juegan un papel central.
La poesía de Bohórquez, influenciada por experiencias personales y eventos históricos, explora temas como el amor, la política, el erotismo y el sida, lo que refleja su visión única y su resistencia a las normas establecidas.
Obra poética de Abigael Bohórquez
La poesía de Bohórquez es un testimonio de su habilidad para desafiar las normas lingüísticas y emocionales. El estilo del poeta sonorense se caracteriza por el uso de neologismos, una mezcla de arcaísmos y slang, y una profunda emotividad que atraviesa sus versos.
Obras como Las amarras terrestres (1969) y Navegación en Yoremito (1993) demuestran su maestría en la construcción de un lenguaje poético que rompe con las convenciones, lo que crea un tejido verbal complejo y atractivo.
El libro Poesida (1996), publicado póstumamente, destaca por su intensidad emocional, en él, Bohórquez utiliza un estilo que combina la aspereza con un lirismo profundo, que captura la esencia de su experiencia personal y sus reflexiones sobre temas universales.
Dicho volumen, así como la antología Las amarras terrestres preparada por Dionisio Morales en 2001, han sido fundamentales para el rescate y la valoración de su obra en el ámbito literario.
Abigael Bohórquez: poeta que continúa dialogando con lectores
A pesar del rechazo y la invisibilidad que sufrió durante su vida, el legado de Bohórquez ha sido gradualmente reconocido y rescatado. El trabajo de poetas y críticos como Mario Bojórquez, quien publicó Poesida, y el apoyo de estudiosos como Víctor Manuel Mendiola y Christian Peña, ha contribuido a la revalorización de su obra.
Además, la presencia de su poesía en plataformas digitales y el interés de nuevas generaciones de lectores han ayudado a asegurar su lugar en la historia literaria mexicana.
La influencia de Bohórquez también se refleja en la danza y la música. Compañías como Antares y artistas como Gerardo Peña han integrado su poesía en sus obras, lo que amplía el alcance de su legado.
La obra de Abigael Bohórquez muestra la capacidad del poeta sonorense para capturar la esencia de la experiencia humana a través de un lenguaje vanguardista y emocionalmente resonante.
Indudablemente, Bohórquez es un poeta que continúa dialogando con lectores y críticos en el presente. Su poesía ofrece un discurso potente sobre el amor, la libertad y la identidad, que resuena aún en el siglo XXI.
Con información de Milenio, Círculo de Poesía y Revista Replicante.
