La Asociación Folclórica del Pitic a cargo del director Alan Saenz Panohaya, ha destacado en los últimos años como una de las mejores grupos representantes del folclor mexicano, dejando un huella en cada presentación
Daniela Valenzuela / NORO
La Asociación Folclórica del Pitic ha estado presente durante varios años, desempeñando un papel fundamental en la representación de la diversidad cultural y folclórica de la región, así como a nivel nacional.
Esta agrupación no solo se dedica a la preservación de tradiciones, sino que también busca promover un sentido de identidad y pertenencia entre las comunidades a las que sirve.
El arduo trabajo y la dedicación del grupo han sido reconocidos por el público, quienes se han visto cautivados por la calidez y la pasión que transmiten en cada una de sus presentaciones. Cada danza y melodía son un reflejo de la disciplina y el esfuerzo colectivo que caracteriza a los integrantes de la asociación.
Los inicios de la Asociación Folclórica del Pitic
La agrupación de la Asociación Folclórica del Pitic se originó hace varios años como un pequeño grupo vinculado al magisterio.
Su formación fue el resultado de la iniciativa de un grupo de maestros apasionados por la cultura y las tradiciones, quienes decidieron unirse para participar en los eventos magisteriales organizados por el Sindicato de los Trabajadores de la Educación de la Sección 28 en Sonora.
En sus inicios, el grupo estaba compuesto exclusivamente por educadores, quienes se unieron no solo para celebrar su labor docente, sino también para resaltar las tradiciones y el folclor de su región.
Con el tiempo, a medida que el grupo fue consolidándose y ganando reconocimiento por su dedicación y talento, abrieron las puertas a personas de diversas profesiones y antecedentes, independientemente de su profesión.
“Fue así como en el año 2017, decidimos cambiarle el nombre al grupo de Alegría Sonorense a Asociación Folclórica del Pitic”, contó para NORO, Alan Saenz Panohaya, director del grupo.
Así, la Asociación Folclórica del Pitic se transformó en una verdadera representación de la diversidad, uniendo a individuos de diferentes trayectorias que comparten una pasión común: la celebración y difusión de la herencia cultural.
Alan Saenz Panohaya: el faro que guía la Asociación Folclórica del Pitic
Los inicios en la danza de Alan Saenz Panohaya, director de la Asociación Folclórica del Pitic, se remontan a sus años de primaria. Desde temprana edad, mostró interés por la música y el arte, formando parte de diversas rondallas que se presentaban en kermeses y festejos.
En ese entonces, Alan aún desconocía el talento que poseía para la danza, pero esas primeras experiencias le permitieron vislumbrar un camino que más tarde conformaría como su verdadera pasión.
“Fue hasta la secundaria cuando tuve un maestro muy bueno de danza folclórica, él formó un grupo de danza con los alumnos de la secundaria Técnica 60…. Gracias a él tuve mi primer acercamiento profesional con la danza folclórica”, recordó Alan.
Este encuentro no solo fue fundamental en su desarrollo como bailarín, sino que también le proporcionó una base sólida en la técnica y la expresión artística. Los ensayos, las presentaciones y el ambiente creativo del grupo le permitieron experimentar la danza de una manera más formal, lo que avivó su pasión y lo impulsó a seguir adelante.
Una vez en la preparatoria, Alan se unió al grupo de danza del Cobach Villa de Seris, donde continuó perfeccionando su habilidad y ampliando su conocimiento sobre las distintas tradiciones folclóricas de México.
Tras egresar, su maestro, reconociendo el potencial de Alan, tomó la decisión de estudiar en Nayarit la Licenciatura en Danza Regional Mexicana. Esta decisión no solo fue un nuevo capítulo en su vida, sino también un reconocimiento del talento que había ido desarrollando a lo largo de los años.
“Desde la secundaria que tuve mi primer acercamiento con la danza hasta el día de hoy, me he dedicado a la danza folclórica”, contó para NORO. Su compromiso con esta disciplina ha sido una constante en su vida, y su deseo de transmitir ese amor por la danza a otros se ha convertido en una de sus principales motivaciones.
La Asociación Folclórica del pitic: danza y vestuarios
Para elegir una nueva danza, el maestro Alan Saenz Panohaya asegura que siempre consulta a los integrantes del grupo, creando un ambiente de colaboración en el que todos tienen la oportunidad de opinar.
Una vez que el grupo llega a un consenso sobre la danza a interpretar, comienza una etapa de investigación exhaustiva. Se adentran en la historia, los elementos culturales y el significado profundo de cada paso, buscando siempre honrar la autenticidad de la tradición que están a punto de representar.
“Mandamos a traer un maestro que tenga toda la investigación del estado de su folclor. Él viene a Sonora para algunos ensayos durante algunas semanas y nos enseña todo lo que tenga que ver con el folclor de su estado: música, estilo, etc.”, declaró para NORO.
El grupo de danza como asociación
La dedicación del grupo no se limita únicamente a las presentaciones, sino también al arduo trabajo detrás de escena que implica mantenerse como una asociación independiente.
Para la Asociación Folclórica del Pitic, el reto más grande no es solo aprender y presentar nuevas danzas, sino también el permanecer unidos y activos en un entorno donde no cuentan con apoyo financiero externo.
Al ser una asociación, no reciben financiamiento de instituciones públicas ni privadas, lo que significa que cada uno de los integrantes contribuye de manera significativa para que el grupo siga adelante.
Ya sea en la adquisición de vestuario, la contratación de maestros o la organización de presentaciones, todo lo que han logrado ha sido gracias al esfuerzo colectivo.
“El mantenernos vigentes a pesar de ser un grupo independiente, ese ha sido el mayor reto… empezamos desde cero y hoy en día tenemos nuestro propio vestuario, repertorio musical”, aseguró el director.
Este esfuerzo conjunto les ha permitido no solo sostenerse, sino también crecer y evolucionar. Lo que comenzó como un pequeño grupo con pocos recursos se ha convertido en una agrupación sólida, con una identidad propia y un repertorio que incluye vestuarios auténticos y un amplio abanico de danzas de diversas regiones del país.
El hecho de que se mantengan activos a pesar de las dificultades demuestra la pasión y el compromiso que cada uno de los miembros tiene hacia el folclor.
Asociación Folclórica del Pitic recibe constantemente nuevo talento
El grupo de danza constantemente recibe a nuevo talento que se siente atraído por el folclor mexicano. Aunque no realizan convocatorias formales para integrar nuevos miembros, los interesados suelen llegar por iniciativa propia, ya sea a través de redes sociales o visitando la plaza de Villa de Seris, donde el grupo ensaya de lunes a viernes, de 8:00 p.m. a 10:00 p.m.
“Si ya cuentan con habilidad en el baile, se les facilitará ser parte del grupo. Y para quienes no tienen experiencia pero desean comenzar en el mundo de la danza folclórica, pueden venir, las puertas están abiertas para todos”, dijo el director de la Asociación.
Para Alan, la meta no es solo formar bailarines, sino también acercar a los jóvenes a las tradiciones mexicanas a través de la danza folclórica. Su labor va más allá de enseñar coreografías; se trata de crear una conexión emocional con las costumbres y valores que cada danza representa.
La misión de Alan y de la Asociación Folclórica del Pitic es inspirar a las nuevas generaciones a valorar y preservar la riqueza de nuestra tradición cultural.