La aparición de animales ponzoñosos aumenta en verano. Aquí te compartimos algunas recomendaciones a seguir en caso de algún ataque
La temporada de verano es la época en la que se incrementan los ataques de animales ponzoñosos en el noroeste del país. El número de casos atendidos en hospitales por picadura o mordedura de insecto o animal aumenta hasta un 30% en comparación con el resto del año.
Un animal ponzoñoso es todo aquel que tiene una glándula que produce veneno. De igual forma, estas especies tienen la capacidad de inyectar dicha sustancia ya sea picando o mordiendo a una presa. Ejemplo de estos bichos ponzoñosos son los alacranes, las arañas y las serpientes.
A nivel nacional son más de mil 280 personas las que han requerido atención médica urgente en unidades y hospitales de la Secretaría de Salud por esta causa. De acuerdo con los datos oficiales recientes, 882 son varones y 398 mujeres.
Normalmente, las personas más afectadas de estos ataques son las que se desempeñan en actividades del campo, al laborar en el hábitat natural de estas criaturas.
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Expertos recomiendan acudir a centros médicos en caso de sufrir algún ataque
Los efectos de estos ataques pueden ser desde dolor en la zona o pequeños dolores de cabeza hasta ocasionar la muerte. Por esto, tras una agresión lo más recomendable es acudir de manera inmediata a cualquier centro médico para ser atendido por expertos.
Luis Loza Gallardo, jefe de urgencias del Centro Médico Dr. Ignacio Chávez, en Hermosillo, Sonora, recomendó que tras el ataque la persona debe alejarse de inmediato del lugar. Esto para no exponerse a nuevas agresiones.
Asimismo, comentó que la zona afectada debe ser lavada con extensa agua y jabón de manera rápida, evitando a toda costa remedios caseros como leche, cremas y ungüentos. Esto se debe a que algunos componentes pueden provocar reacciones que aumenten la inflamación o incluso infectar la herida.
También mencionó que es importante detectar los signos y síntomas presentados después de este hecho, pues ayudarán a determinar la evolución de los efectos secundarios.
Por ejemplo, el dolor fuerte es, hasta cierto punto, normal. Sin embargo, si se presenta pérdida de fuerza, dolor en el pecho o cambios en el color de la piel, pueden ser signos de una situación grave.
«Es muy riesgoso porque ese dolor puede ir aumentando y súbitamente agravarse con convulsiones, dolores de cabeza intensos y otros problemas, por lo que atenderse es la mejor recomendación».
Luis Loza Gallardo, jefe de Urgencias del Centro Médico Dr. Ignacio Chávez