Por décadas, el promotor cultural Antolín Vázquez Valenzuela ha documentado, difundido y preservado las tradiciones del sur de Sonora; ahora, su esfuerzo es reconocido a nivel nacional.
Grecia Bojórquez/ NORO
El etnólogo, escritor y promotor cultural Antolín Vázquez Valenzuela fue distinguido con el Premio Nacional de Artes y Literatura 2024, en la categoría de Artes y Tradiciones Populares, por su incansable labor en la preservación y difusión de la cultura mayo, pueblo originario del noroeste.

Un reconocimiento nacional a Antolín Vázquez Valenzuela
El galardón fue anunciado oficialmente el pasado 5 de junio por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, como parte de la edición más reciente de este reconocimiento que distingue a quienes han enriquecido el panorama artístico, literario y científico del país. En el caso de Vázquez Valenzuela, su trabajo ha contribuido a visibilizar las tradiciones de un pueblo que ha resistido el olvido histórico.

Vázquez Valenzuela se ha dedicado a documentar la cosmovisión, los rituales, la música, la danza y la lengua del pueblo mayo, especialmente en los estados de Sonora y Sinaloa. Su labor ha sido fundamental para recuperar prácticas comunitarias y consolidar espacios de diálogo intercultural.
Una vida dedicada a las raíces
Nacido en el norte de Sinaloa, Antolín Vázquez ha centrado buena parte de su trabajo en las comunidades rurales donde la presencia del pueblo originario mayo es todavía fuerte, aunque cada vez más amenazada por la migración, la modernización forzada y la pérdida del idioma materno. Gracias a su visión crítica y cercana, ha logrado tender puentes entre el conocimiento académico y la sabiduría tradicional.

Vázquez ha sido autor de numerosos artículos, ensayos y libros sobre cultura mayo, además de coordinar talleres, conferencias y proyectos culturales en escuelas y centros comunitarios. También ha trabajado con instituciones educativas para incorporar contenidos indígenas en los planes de estudio y promover el respeto por las identidades originarias.
Uno de sus aportes más valiosos ha sido la recopilación y análisis de relatos orales, cantos rituales y crónicas comunitarias, muchas veces recogidas en lengua mayo. El trabajo de Vázquez ha contribuido a fortalecer el patrimonio inmaterial de una cultura viva, que se expresa no solo en ceremonias religiosas sino también en prácticas agrícolas, medicina tradicional y formas de organización social.
El valor de la cultura frente al olvido
El premio que ahora recibe Vázquez Valenzuela no solo reconoce una trayectoria individual, sino también pone el foco en una lucha colectiva: la de los pueblos originarios por mantener sus raíces en un entorno que muchas veces margina sus voces. A través de su trabajo, el etnólogo ha hecho visible la importancia de respetar y preservar las expresiones culturales que no suelen aparecer en los grandes circuitos del arte oficial.

Durante décadas, ha acompañado procesos comunitarios de recuperación de saberes, ha promovido la enseñanza de la lengua mayo en espacios formales e informales, y ha formado nuevas generaciones interesadas en estudiar sus propias culturas desde una perspectiva crítica. Su papel como mediador cultural ha sido clave en la articulación de redes entre comunidades indígenas, académicos y gestores culturales.

Además, ha sido firme defensor de la autonomía cultural y del derecho de los pueblos indígenas a definir sus formas de representación. Su enfoque parte del reconocimiento de que no hay una sola forma de entender la cultura, sino múltiples maneras de habitar el mundo.
La entrega del Premio Nacional de Artes y Literatura será formalizada en una ceremonia oficial en las próximas semanas, pero la noticia ya ha resonado entre investigadores, artistas y comunidades del norte del país que ven en este reconocimiento un triunfo simbólico.
Con información de La Jornada y IMCA Hermosillo.