Cataviña combina a la perfección naturaleza, historia y adrenalina. Como este sitio no hay otro que iguale sus atractivos
Baja California tiene una larga lista de lugares que debes de conocer y Cataviña es uno de ellos. Aquí puedes realizar desde un recorrido por sitios donde hay pinturas rupestres hasta nadar en medio de un oasis alrededor de plantas endémicas del desierto. Cataviña es ideal para quienes gustan del turismo de aventura.
Para llegar a este lugar es preciso tomar la Carretera Federal No.1, a 182 kilómetros al sur de San Quintín hasta llegar al poblado de Cataviña. Ahí, en la parte rocosa del desierto central, se encuentra una cueva pintada con motivos rupestres.
Esta caverna es una especie de túnel de alrededor de 3 metros de largo bajo una extraordinaria roca colgante, en donde en el techo se pueden contemplar decenas de figuras, como cuadrados, triángulos, rectángulos, soles y círculos concéntricos.
Todos estos dibujos se encuentran en color negro y ocre, los cuales se obtuvieron del manganeso y el oxido de hierro, respectivamente. También se localizan gráficos en blanco, tono extraído de piedras calizas, así como algunos amarillos y anaranjados, que aún no se tiene claro de dónde se obtuvieron.
Un dato interesante es que estas pinturas son comparables por su técnica y color con el arte rupestre en Europa. Además, se calcula que tienen más de 3 mil años.
Un paraíso para el ciclismo, rappel, caminata y camping
Cataviña ofrece muchas opciones para estar en contacto con la naturaleza. Por ejemplo, visitar el Jardín Botánico, el cual fue declarado como Área Protegida de Flora y Fauna en 1980. En este sitio se encuentran distintas especies de plantas endémicas de la región, como los cardones gigantes, el árbol Elefante, cactáceas, yucas, ocotillos y cirios.
Este sitio también es fantástico para quienes gustan viajar a la vez que suben sus niveles de adrenalina. Entre las formaciones rocosas, cuevas y senderos de Cataviña puede practicarse el ciclismo de montaña, recorridos en vehículos 4×4, rappel de roca, caminatas y camping.
Por si fuera poco, en medio del desierto se encuentra un verdadero oasis natural llamado La Escuadra. Aquí, un jardín rodea un pequeño lago cristalino en donde es posible nadar para cerrar el día.
¿Te animas a visitarlo?