Con «Güevos Rancheros», la Compañía Teatral del Norte festejará 26 años en El Mentidero, su nueva y mejorada casa
En agosto de 1995, Sergio Galindo estrenó en Hermosillo la farsa para cabaret «Güevos Rancheros». Esta obra de su autoría y dirección marcó la fundación de la Compañía Teatral del Norte, que este 2021 celebra 26 años de llevar el lenguaje sonorense a escena.
NORO se metió a El Mentidero para platicar con Paulo Galindo, actor y director ejecutivo de la Compañía Teatral del Norte. La charla fue sobre este nuevo centro artístico y cultural independiente de Hermosillo, así como de lo que la Compañía representa hoy en día para Sonora.
“Significa la capacidad de esta compañía, y del teatro que ha hecho mi padre durante tantos años, de mostrar la realidad sonorense, del acervo y la conservación histórica del lenguaje y la cultura sonorense a través de sus textos y de su teatro, esto es importantísimo. Yo creo que ya no se entiende el teatro en Sonora sin la figura de mi padre y sin la figura de esta compañía”, aseguró.
Conscientes de que la Compañía ha sido para muchos un primer acercamiento al teatro, ya sea como actores o como espectadores, Paulo comentó que el compromiso con el público se fortalece cada vez más. Esto los lleva a trabajar más en construir oportunidades y espacios como El Mentidero.
El Mentidero, de ruinas a un espacio para el arte y la cultura sonorense
Caminando por la avenida Sufragio Efectivo en Hermosillo, justo en el cruce con la calle Garmendia, se encuentra El Mentidero. Un edificio centenario construido a mediados del siglo XIX, y que antes de tomar forma de teatro era un espacio en ruinas que se utilizaba para la venta de drogas.
“Llegamos aquí a hacer teatro. Nos pusimos de carpinteros, pintores, herreros y de lo que fuera, empezamos poquito a poquito a levantarlo, a construirlo y a buscar fuentes de financiamiento. Esta era una calle por la que nadie quería pasar por la invasión, era un lugar muy peligroso. Incluso después de llegar nosotros, aquí seguía habiendo gente afuera vendiendo [droga], pero poco a poco hemos ido desplazando y el lugar ha empezado a salir a la luz”, contó Paulo.
El panorama de esa calle ahora es distinto. Entre restaurantes, cafés y bares se asoma El Mentidero, con sus paredes azules y la arquitectura que caracteriza a las casonas viejas del centro de Hermosillo. Al entrar por la puerta de lugar, marcada con una M de herrería, es como un abrazo acogedor de Sonora.
En el umbral cuelgan talegas de café, obra de Paula Martins, esposa de Sergio Galindo y madre de Paulo. Este es un homenaje a las historias que se cuentan alrededor de una mesa. Al girar la vista, las macetas con plantas del desierto y el montaje de una bicicleta vieja acaparan la atención. El otro montón de detalles característicos de Sonora que adornan este centro cultural lo dejamos de sorpresa.
“Empezamos El Mentidero hace tres años, teníamos semanas llenas hasta que tuvimos que suspender la temporada por el COVID. Con esa suspensión, si bien no hicimos teatro, nos pusimos a arreglar nuestro foro, reconstruimos toda el área donde tenemos nuestras oficinas y camerinos. Ya está todo listo y nos morimos de ganas por abrirlo y tener funciones”, expresó Galindo.
El Mentidero cuenta con un espacio abierto para el público con vista directa al Cerro de la Campana. Además, hay un foro teatral para presentar obras al interior y exterior, gracias a las dos vistas que ofrece el escenario. También se planea que el lugar cuente con una galería, un estudio de pintura, sala de lectura y salones de danza y música. Más a futuro seguramente llegará un café-restaurante, ese donde el público del Mentidero pueda echarse un bacanora.
En un uno a uno, Paulo Galindo respondió estas preguntas para los lectores de NORO. Aquí habla de los temas que han obsesionado a su padre, Sergio, así como de los planes a futuro de El Mentidero.
¿Cuál fue la inspiración para hacer teatro con el lenguaje de Sonora?
«Mi padre pasó largos veranos en la sierra de Sonora, en San Pedro de la Cueva y en San Javier, de donde era mi abuela Josefina. En esos veranos, él escuchaba a las personas platicar en los mentideros, de ahí se quedó en su mente este sonido, este vocabulario, esta manera de hablar y este sentido del humor que lo acompañó durante toda su vida. Empezó a plasmar en su teatro desde “La Tuba de Goyo Trejo”.
A partir de «Güevos Rancheros», mi papá inicio una búsqueda teatral, y empieza a escribir con ese lenguaje, con esa cadencia y con esa musicalidad. Y hace que el sonorense se encuentre de inmediato en su espejo. Además, fuera de Sonora funciona maravillosamente, porque en el arte no hay nada como ir de lo general a lo particular, trabajar algo tan esencial de nosotros que después se vuelve universal.
Esto es algo que nos pasó en Ciudad de México la primera vez que estrenamos una obra allá, “El Mentidero de Chico Talegas”. Una obra particularmente compleja para quienes no son sonorenses, y los chilangos la abrazaron encantados. Y además, estando en Ciudad de México, tuvimos mucho público extranjero.
Nos vieron colombianos, que estaban fascinados con la musicalidad del lenguaje, porque encontraban muchísimas similitudes. Entonces, lo más lindo que ha hecho mi papá en su teatro es que lo ha hecho muy particular, y eso lo ha convertido sin ninguna duda el teatro más universal.»
¿Qué hay en el futuro para El Mentidero?
«La cuestión es que este lugar se convierta en un centro artístico en todas sus formas. Hemos hecho muchas cosas para que esto ocurra. Una de las cosas de las que estamos más orgullosos es la creación del Eficas (Estímulo Fiscal para la Cultura y las Artes del Estado de Sonora) que funciona desde el 2019. Esa fue una propuesta de la compañía al Congreso del Estado de Sonora.
Eso nos tiene muy orgullosos porque a través de eso logramos financiar muchas de las cosas que hacemos, pero no solo nosotros. Un montón de artistas y un montón de colectivos están financiando sus proyectos a través de ese programa. Era algo que le hacía mucha falta a Sonora, el haber trabajado tan duro y tan intensamente por esa propuesta en el Congreso y corretear a los funcionarios y a los diputados y que se lograra, para nosotros fue algo bien importante.
Otra cosa que hicimos fue crear el giro para El Mentidero. Nos tardamos dos años en votarlo en el Cabildo para que ahora ya exista el giro de Centro Artístico y Cultural. Esto evidentemente nos favorece muchísimo a todos para detonar la actividad cultural y artística en esta calle.»
«Hemos hecho muchas actividades paralelas a lo que hacemos en el teatro. Gracias a que tenemos esta organización, el proyecto y la gente trabajando podemos empezar a involucrarnos en estas cosas que también favorecen a mucha gente. Entonces, ha sido un trabajo muy intenso.
Si antes ya éramos una compañía relevante en el noroeste, ahora somos más, porque el haber crecido como lo hicimos en cinco años, en tan poco tiempo, y el tener este número de personas trabajando en un espacio con estas características no lo ha logrado ningún teatro independiente en el noroeste.»
¿De dónde viene la palabra mentidero?
«Mentidero viene de España, antes de la conquista. Eran esos lugares alrededor del palacio, estas banquitas a donde la gente iba al chisme. Y aquí en Sonora, en los pueblos, eran las esquinas, la plaza, el changarro, estos lugares en donde se reunían los hombres y las mujeres a contar historias, chismes y mitotes.»
¿Qué retos visualizas en el teatro que se hace en Sonora, en el noroeste y en México?
«Todo cambió, pero el teatro no ha cambiado. Sigue siendo un actor y un espectador y eso es todo lo que se necesita. Se dijo que con la cinematografía el teatro iba a desaparecer, pero el teatro es este milagro que no desaparece y no desaparecerá. Es el único arte vivo que nos obliga a estar frente a frente, es por eso que el COVID nos ha dolido tanto.
Evidentemente hay una serie de elementos y tecnología que hacen que nuestra labor sea mucho más sencilla y que podamos llegar a mucha más gente. En El Mentidero hemos aprovechado mucho las nuevas tecnologías. Por ejemplo, nuestra venta de boletos incrementó exponencialmente en el momento en que iniciamos la venta en línea.
Nos ha permitido acercarnos a mucha más gente y eso nos ayuda mucho. En el sentido generacional, mi padre y yo compartimos muchas cosas, como la visión esencial del teatro, pero sí vemos algunas cosas distintas, nos permitimos probar cosas.»
“El Mentidero y la Compañía son un espacio de libertad”.
Paulo Galindo, actor y director de teatro
¡A festejar en El Mentidero!
Si quieres formar parte del aniversario de la Compañía Teatral del Norte, no te pierdas las actividades que se estarán llevando a cabo en El Mentidero.
La obra «Güevos Rancheros» tendrá tres fechas: 19, 20 y 21 de agosto, a las 20:30 hrs. Esta puesta en escena contará con la actuación de Irineo Álvarez en el papel de Mundo. Cabe destacar que esta obra fue la que le abrió camino al actor originario de Ures quien ya ha participado en un gran número de telenovelas y películas mexicanas.
¿Te jalas al Mentidero?