El humo blanco o negro juega un papel importante en el cónclave, ya que dependiendo de su color revelará si ha sido elegido el nuevo papa.
Nancy Valenzuela / NORO
La Capilla Sixtina es la sede para celebrar el tradicional cónclave para elegir al próximo líder de la Iglesia Católica. Durante este proceso solemne y reservado, solo una cosa trasciende los muros del Vaticano: el humo que emerge de la chimenea.
Sin embargo, una de las principales incógnitas con respecto a este proceso es sobre los químicos que se utilizan para que el humo que anuncia si ya eligió el papa o no, sea de color negro o blanco.

¿Qué significan el humo blanco y negro en el cónclave?
La señal de humo es el único medio por el cual el mundo sabe si ya hay un nuevo papa. El humo negro indica que no se ha alcanzado el consenso necesario por parte de los cardenales votantes, mientras que el humo blanco anuncia la elección del nuevo pontífice.
El sistema de señales con humo codificado por colores es relativamente reciente. Fue a inicios del siglo XX cuando el Vaticano incorporó un código cromático más claro para comunicar el resultado de cada votación papal. Sin embargo, las primeras señales de humo datan del siglo XV, cuando se quemaban las papeletas como símbolo de confidencialidad y para evitar manipulaciones.
La ciencia detrás del humo negro o blanco en el cónclave
La producción de humo blanco o negro no es casual. Detrás de esta tradición religiosa hay una ingeniería química precisa, diseñada para asegurar que el mensaje sea claro. Dos estufas especiales, instaladas en la Capilla Sixtina, queman los votos y los compuestos químicos que generan la señal visible.
Para la fumata nera (humo negro), se utiliza una mezcla de perclorato de potasio, antraceno y azufre. El perclorato actúa como oxidante, el antraceno como combustible principal (derivado del alquitrán de hulla), y el azufre ayuda a iniciar la combustión a temperaturas más bajas. Esta combinación genera una combustión incompleta, lo que produce partículas de carbono que forman el característico humo negro.

La fumata blanca (humo blanco) es más compleja desde el punto de vista químico. Se compone de clorato de potasio, lactosa y resina de pino. El clorato garantiza una combustión potente, la lactosa sirve como combustible y la resina de pino libera gotículas en suspensión que dan al humo su color blanco, similar a una densa niebla.

La elección del nuevo papa no solo es un acto espiritual, sino también uno cuidadosamente controlado en lo técnico. Ingenieros, químicos y bomberos colaboran en este ritual para asegurar que el mensaje al mundo sea inequívoco.
Con información de Wired, Infobae y Uno TV










