Cada Día de Muertos, el atuendo y maquillaje de Catrina es uno de los que más se lleva en esta fecha para recordar a los difuntos, pero su origen se debe a una crítica social.
Nancy Valenzuela / NORO
Entre los símbolos y elementos más representativos del Día de Muertos en México está la Catrina, una figura que expresa la vida y la muerte, pero que al mismo tiempo es una crítica social transformada en ícono cultural.
Cada 1 y 2 de noviembre, miles de mexicanos pintan sus rostros con la figura de Catrina para conmemorar esta celebración, al mismo tiempo que se recuerda a aquellos difuntos que esperamos que regresen a visitarnos en estas fechas.
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La Catrina, de la crítica social a un símbolo cultural del Día de Muertos
Su historia se remonta al siglo XX, cuando el grabador José Guadalupe Posada creó La Calavera Garbancera, una ilustración que ridiculizaba a las mujeres que negaban sus raíces indígenas y pretendían pertenecer a la élite europea. Posada las representó como calaveras sonrientes, con grandes sombreros adornados de plumas, símbolo de vanidad y aspiración social.
Más tarde, Diego Rivera inmortalizó a esta figura en su mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, dándole el nombre con el que hoy la conocemos: La Catrina. Con el tiempo, pasó de ser una sátira a convertirse en la representación femenina de la muerte y en una figura central del Día de Muertos.
El significado del atuendo de la Catrina
Cada elemento del atuendo de la Catrina tiene un simbolismo profundo que mezcla historia, crítica y tradición:
1. El sombrero elegante
El sombrero de ala ancha adornado con flores, plumas o pedrería representa la vanidad y el estatus de la aristocracia porfiriana. En sus orígenes, aludía a las mujeres que buscaban aparentar elegancia europea. Hoy, este accesorio simboliza la dignidad ante la muerte: un recordatorio de que todos somos iguales, sin importar la clase social.
2. El vestido victoriano
Inspirado en la moda de finales del siglo XIX, el vestido de la Catrina suele tener corsé, faldas amplias, encajes y bordados. Estas prendas reflejan el lujo de la alta sociedad mexicana durante el Porfiriato, pero también la ironía de vestir con ostentación a una calavera. En la actualidad, el vestido simboliza la elegancia con la que el pueblo mexicano enfrenta la muerte, convirtiéndola en arte y celebración.
3. Las flores de cempasúchil
Las flores de cempasúchil, conocidas como “flores de los muertos”, son parte esencial del atuendo y del maquillaje de la Catrina. Su color naranja brillante simboliza la luz que guía a las almas en su regreso al mundo de los vivos. Además, representan la belleza efímera de la vida.
4. El maquillaje de calavera
El maquillaje de Catrina es una expresión artística que mezcla respeto y alegría. Los colores vivos —como el rojo, azul o dorado— reflejan la energía vital y el recuerdo de quienes ya partieron. Pintar el rostro como calavera no busca atemorizar, sino reconciliar la vida con la muerte mediante el arte y la belleza.
5. Los guantes y el calzado
Los guantes de encaje y los zapatos de tacón completan la apariencia refinada de la Catrina. Estos elementos evocan la moda europea del siglo XIX y simbolizan el poder, la feminidad y la elegancia atemporal que acompañan a la muerte en su versión más majestuosa.
Hoy, la Catrina no solo adorna altares y desfiles, sino que también ha trascendido fronteras. Es una embajadora de la cultura mexicana, celebrada en pasarelas, festivales y museos del mundo.
Con información de El Informador, Glamour y AD Magazine
