El guayacán es un árbol endémico de Sonora que durante los meses de primavera da flores de tono azul violeta, resaltando entre la vegetación del desierto. Además, se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional de diversas etnias sonorenses
En la primavera, un árbol desértico rompe lo monocromático del paisaje: el guayacán. Esta especie de flores azul violeta puede medir hasta 15 metros de altura y tarda ocho años en mostrarse en su completa belleza, pues es a partir de esa edad cuando inicia su floración. El guayacán es también de importancia medicinal para los pueblos indígenas sonorenses, al utilizarse en curaciones tradicionales. Hoy, la tala inmoderada y los incendios forestales lo tienen en peligro de extinción.
En el estado de Sonora, durante la mayor parte del año, el guayacán puede pasar desapercibido. Pero este árbol se convierte en todo un espectáculo durante los meses de primavera, cuando sus flores en color azul violeta cubren su habitual follaje verde, volviéndolo único entre la vegetación típica del desierto.
Para muchos, lo llamativo es su color, pero para las etnias sonorenses esta planta se utiliza para combatir enfermedades. Ellos utilizan la resina del tronco, conocida regionalmente como chúcata. Algunos padecimientos que tratan con la chúcata son la artritis y problemas respiratorios o de la sangre; también se usa como diurético.
Guayacán se encuentra en peligro de extinción
Bajo este contexto, el guayacán es importante para la vida cotidiana de las comunidades. Además, es fundamental también para distintos animales, principalmente para los polinizadores, como las abejas, los cuales son atraídos por sus flores. Otra especie es la llamada mariposa del guayacán (Kricogonia lyside), que pone huevos en sus hojas para que al nacer, sus larvas se alimenten del polen.
A pesar de ser tan importante dentro del estado, según organismos ambientales de la entidad, los números de esta especie se han reducido de forma importante. Si bien se desconocen las razones precisas, se cree que esto se debe a la tala excesiva para fines ornamentales. Asimismo, a los recientes incendios forestales que han ocurrido en Sonora, los cuales también han afectado especies como el mezquite y el palo fierro.
La buena noticia es que este árbol es muy fácil de reproducir, incluso en el hogar, pues sus semillas pueden plantarse en suelos áridos y requieren poca agua para mantenerse. Por eso se le está brindando mayor difusión a esta especie, en un intento de que las personas opten por tener este árbol en sus patios o para incluirlo en proyectos de reforestación.
¿Te gustaría tener un guayacán en tu hogar?