Desde su construcción hasta la actualidad, la casona de Cócorit, Sonora, ha albergado numerosos misterios, siendo uno de los más intrigantes el fantasma conocido como ‘La Aparecida’ que deambula en el lugar
Daniela Valenzuela / NORO
Desde su construcción en 1892, la Casona de Cócorit, Sonora, ha sido objeto de fascinación y misterio. Esta imponente casa de estilo colonial, construida por Alvino Almada, resguarda una de las historias más enigmáticas de la región: la leyenda de ‘La Aparecida’.
Se dice que ‘La Aparecida’ es el alma en pena de una joven de aproximadamente 15 años, quien fue traída por Don Alvino desde Jalisco a Sonora. Su trágica y misteriosa desaparición, junto con la repentina huida del propio dueño de la casa, han alimentado el aura de misterio que envuelve la Casona.
La leyenda de “La Aparecida”
Se dice que, tras la construcción de la Casona en 1892 por Albino Almada, él se dirigió a Jalisco en busca de una joven que le ayudara con la limpieza del nuevo sitio.
Así fue como, un día, llegó a Cócorit, en el municipio de Cajeme, Sonora, acompañado de la joven. Se cuenta que ella estaba visiblemente triste por haber dejado a su familia, con una mirada distante que parecía desconectada de lo que sucedía a su alrededor.
La belleza de la joven llevó a Albino a iniciar un romance con ella, pero lo extraño es que, poco tiempo después, la joven desapareció misteriosamente. Don Albino y su familia abandonaron el lugar de manera repentina, sin dejar rastro.
Con el tiempo, la casona quedó en estado de abandono, y comenzaron a aparecer siluetas en los balcones, así como ruidos extraños, como el sonido de teclas de piano y otros sonidos inquietantes.
En el municipio, la historia empezó a correr con rumores de que la joven había sido asesinada y enterrada en la casa. Estos eventos dieron origen a las leyendas sobre ‘La Aparecida’, la entidad que se cree deambula por la casona, causando los ruidos y las apariciones. La figura fantasmal de la joven se convirtió en un símbolo de los misterios que envuelven el histórico edificio.
Pinturas y estatua de “La Aparecida”
Debido a su tamaño, la casona ha sido utilizada como hospital, refugio y sede de circos de gitanos. Sin embargo, se dice que nadie ha logrado quedarse allí el tiempo suficiente, ya que el alma en pena de ‘La Aparecida’ parece reclamar la casona como suya.
Durante la restauración del edificio, el ingeniero Héctor Durón también experimentó la presencia del espíritu de la joven. Como ávido pintor, Durón la retrató en varios cuadros que ahora adornan las paredes de la casa.
El jardín de la casona alberga una escultura de ‘La Aparecida’ acompañada de un perro, que era el compañero del contador de Durón. Se cuenta que el perro era el único que siempre detectaba la presencia de la joven fantasmal.
Tras la muerte del perro, se colocaron sus restos frente a la escultura de ‘La Aparecida’ y se le hizo una escultura en su honor, en reconocimiento a su leal percepción del espíritu que acechaba la casa.
La Casona actualmente
Actualmente, la Casona de Cócorit ha sido empleada como una galería de arte, ofreciendo un espacio para la exhibición de obras y la apreciación cultural. Sin embargo, recientemente ha sido cerrada al público.
Los motivos detrás de este cierre no han sido claramente especificados, dejando a los visitantes y entusiastas del arte con preguntas sin respuesta. A pesar de esto, se mantiene la esperanza de que en un futuro cercano, la Casona vuelva a abrir sus puertas, permitiendo que el público vuelva a disfrutar de su historia y su entorno artístico.
Con información de Diario del Yaqui, La chicharra y La Bartolina.