En septiembre, la Plaza Zaragoza en Hermosillo se alista para el Grito de Independencia, retirando las naranjas agrias de sus árboles como parte de una curiosa tradición
Daniela Valenzuela / NORO
En Sonora, especialmente en Hermosillo, existe una creencia que ha ganado fuerza con el paso del tiempo, asentándose en la memoria colectiva de sus habitantes.
Esta tradición está ligada a un peculiar detalle que muchos notan cada año durante las festividades patrias: la recolección de las naranjas agrias de los árboles que adornan la emblemática Plaza Zaragoza, justo antes del 15 de septiembre, cuando México celebra su independencia.
La razón detrás de este acto ha dado pie a diversas interpretaciones y rumores que circulan entre los hermosillenses.
La historia detrás del retiro de naranjas en Hermosillo cada mes de septiembre
Entre 1959 y 1960, bajo la gobernación de Álvaro Obregón Tapia, hijo del ex presidente de México, el General Álvaro Obregón, Sonora vivió un periodo de agitación sindical que dejó huella en la historia del estado.
Conocido por su carácter enérgico y determinado, Obregón Tapia enfrentó varios desafíos durante su administración, pero uno de los más significativos fue el conflicto que surgió en el sector educativo.
El problema radicaba en las marcadas desigualdades entre los profesores federales y estatales. Mientras que los docentes federales gozaban de mejores condiciones laborales, los maestros estatales enfrentaban un panorama mucho más precario.
“Y el gobernador Obregón, como dije, era duro e intransigente, por lo que el problema se le salió de las manos. Hubo muchas huelgas, muchas represiones, muchos ataques”, declara el historiador Ignacio Lagarda para NORO.
Ante esta situación de injusticia, el gremio magisterial decidió alzar la voz en busca de una solución equitativa.
Lo que comenzó como un reclamo de igualdad pronto se transformó en un movimiento magisterial de gran fuerza, en el que los profesores exigían que las condiciones de trabajo fueran las mismas para todos, sin importar si pertenecían al ámbito federal o estatal, mismo que duró dos años.
¿Por qué se retiran en la Plaza Zaragoza el 15 de Septiembre?
En 1960, durante la ceremonia del Grito de Independencia en Hermosillo, la tradición dictaba que el gobernador saliera al balcón para pronunciar el simbólico “Grito”.
Sin embargo, aquel año, el evento se desarrolló en un contexto de tensión marcado por el movimiento magisterial, en el que los profesores luchaban por la igualdad laboral entre docentes federales y estatales.
Fue en medio de ese ambiente de protesta y euforia, cuando ocurrió un hecho que aún resuena en la memoria colectiva y que explica una costumbre que perdura hasta hoy: la retirada de las naranjas de la Plaza Zaragoza antes de las festividades.
“Entonces, los profesores en huelga, enojados y molestos con el gobernador, se reunieron y se pusieron de acuerdo. Cuando el gobernador salió al balcón para dar el Grito, ya habían cortado tres naranjas cada uno, y a una señal las lanzaron al balcón”, comentó Ignacio Lagarda para NORO.
Mientras el gobernador intentaba dar el Grito desde el balcón y entre la algarabía de la multitud, las naranjas se convirtieron en proyectiles lanzados por algunos manifestantes inconformes, que aprovecharon el momento para expresar su descontento.
Una de las naranjas, lanzada al balcón donde se encontraban el gobernador y su esposa, Fernanda Luque de Obregón, impactó en el pecho del gobernador. Con el micrófono abierto, el gobernador hizo retumbar la plaza con su reacción.
“Se escuchó en toda la plaza: ‘¡Agáchate, Fernanda! Nos están tirando naranjas’. Ya le habían pegado a la señora”, dijo Ignacio Lagarda.
El historiador Ignacio Lagarda explicó que, debido a este incidente, desde 1960 se ha establecido la tradición de retirar las naranjas de la Plaza Zaragoza cada 15 de septiembre. Esta medida preventiva busca evitar que se repita la misma situación, por lo que las autoridades se encargan de retirar las naranjas agrias de la plaza cada año.
Con información de Ignacio Lagrada.