Los gigantes de la Sierra Tarahumara en Chihuahua, han dejado huella en la cultura rarámuri, los ganoko están representados La Cueva de Las Monas
El pueblo indígena rarámuri, que habita en el estado de Chihuahua, tiene una cosmogonía repleta de historias y leyendas. Una de las más intrigantes es la de los ganoko, los gigantes de la Sierra Tarahumara.
De acuerdo con las narraciones de los abuelos tarahumaras, el dios principal de los rarámuri, Onorúame, creó a los seres humanos a partir de mazorcas de maíz. No obstante, antes de la llegada de los tarahumaras al mundo, Onorúame había creado a los ganoko, gigantes que habitaban en lo profundo de la Sierra Tarahumara. Algunos de ellos eran tan grandes que alcanzaban la altura de las montañas.
Aunque se dice que los ganoko convivieron con los rarámuri, las historias cuentan que abusaban de ellos, emborrachándose, causando destrozos y, en ocasiones, devorando a los niños y violando a las mujeres. Cansados de esta situación, los tarahumaras idearon un plan que culminó con la exterminación de los gigantes que atemorizaban a sus ancestros en la sierra de Chihuahua.
A pesar de que los ganoko solían abusar de la naturaleza, hubo un tiempo en que convivieron pacíficamente con los rarámuri, colaborando en el cultivo y la preparación de la tierra. Según la leyenda, el último gigante murió en una cueva en lo alto de la sierra.
Algunos antropólogos sugieren que la historia de los ganoko fue creada por los rarámuri para explicar los huesos de dinosaurios u otros seres prehistóricos que se encontraban en la sierra. Además, esta leyenda servía como herramienta educativa para enseñar a los niños el respeto a la naturaleza, la importancia del cuidado de su pueblo y el temor a estos seres mitológicos.
Hasta el día de hoy, la leyenda de los ganoko sigue viva en la cultura rarámuri y se manifiesta en las pinturas rupestres de la región. Según el mito, todavía se cree que hay gigantes debajo de la tierra y hay zonas que los rarámuri no frecuentan por esta misma razón.
La Cueva de Las Monas: el lugar sagrado donde plasmaron a los ganoko
En el norte de la ciudad de Chihuahua, se encuentra un sitio arqueológico que guarda en sus paredes la historia y cultura de los rarámuri, conocido como la Cueva de Las Monas. Este santuario prehispánico fue descubierto en la segunda mitad de la década de 1980, y desde entonces ha atraído a visitantes de todas partes del mundo interesados en conocer más acerca de la rica historia de Chihuahua.
Inicialmente, las investigaciones apuntaban a los indígenas conchos como los autores de las pinturas rupestres, pero estudios posteriores y nuevos hallazgos permitieron determinar que los verdaderos responsables eran los tarahumaras, también conocidos como rarámuri.
La Cueva de Las Monas alberga 12 conjuntos de pinturas rupestres que plasman desde el uso del peyote en la época prehispánica hasta íconos religiosos y la leyenda de los ganoko. Con el paso del tiempo, el creciente número de visitantes al sitio arqueológico llevó a las autoridades locales a tomar medidas para garantizar la conservación de las pinturas rupestres y la seguridad de los turistas. Así, se implementaron adaptaciones en el espacio y se establecieron normas para el acceso a la cueva, evitando que las pinturas sean dañadas o deterioradas.
La Cueva de Las Monas se encuentra a la altura del kilómetro 38 de la carretera Chihuahua-Ciudad Juárez y 11 kilómetros hacia el oeste. Para llegar al sitio, los visitantes deben pasar la Caseta de Sacramento, rumbo a la presa.
¿Habías escuchado sobre los ganoko de Chihuahua?
Fuente: El Heraldo de Chihuahua, Escapadas México Desconocido, Esucesos.