Desde finales de 2019, el Taller Ambulante ha llevado el lenguaje del cine a distintas comunidades del país, con un enfoque de enseñanza artística y transformación comunitaria.
Grecia Bojórquez/ NORO
A través de talleres gratuitos, la iniciativa de Taller Ambulante busca empoderar a jóvenes mediante la creación de cortometrajes y fotografías que narran su entorno inmediato, sus emociones y sus historias.

Conversamos con Antonio Trillo, director del proyecto, quien compartió la evolución del taller y los vínculos que han creado más allá del cine y la fotografía.
¿Cuándo se fundó Taller Ambulante?
Taller Ambulante es una iniciativa que ha logrado transformar la manera en que las comunidades de Sonora, y otras regiones de México, se acercan al cine documental.
Fundado en noviembre del 2019 en Nacozari de García, Sonora, este proyecto surgió, primeramente con el objetivo de empoderar a los miembros de estas comunidades a través del cine, en particular con la producción de cortometrajes que reflejaran las realidades y preocupaciones de los propios participantes.

En palabras de Antonio Trillo, el cine documental se ha convertido en una herramienta educativa que permite a los estudiantes expresar sus puntos de vista y explorar sus propios contextos sociales, familiares y comunitarios.
«El cine es una excusa para indagar en las vulnerabilidades de uno mismo y en lo que realmente nos interesa como individuos y comunidad», comentó Trillo.
Un enfoque de enseñanza artística y comunitaria
Ahora con cinco años transcurridos, Taller Ambulante ofrece espacios para la enseñanza artística desde sus programas de cine documental, fotografía y cine infantil. Los talleres son completamente gratuitos, lo que permite que personas de diversas comunidades puedan participar sin la barrera económica.

Taller Ambulante ha permitido que los participantes no solo aprendan técnicas cinematográficas o de fotografía, sino que también tiengan la oportunidad de conectar con sus raíces y vivencias a través de la creación de sus propios proyectos audiovisuales.
El formato de los talleres es intensivo, con una duración de un mes y medio, dividido en módulos teóricos y prácticos. Durante las primeras dos semanas, los participantes se enfocan en la teoría, aprendiendo sobre conceptos fundamentales, como la composición de imagen y las teorías de montaje.

Las siguientes semanas se dedican a la preproducción, producción y postproducción de los cortometrajes, lo que les permite aplicar lo aprendido de manera inmediata en sus propios proyectos.
Taller Ambultante: una red de conocimiento que trasciende territorios
Uno de los elementos más distintivos de Taller Ambulante es su carácter colaborativo y transfronterizo. Aunque la iniciativa surgió en Sonora, su alcance y conexiones han crecido de manera significativa.
«Nosotros somos como enlaces, como puentes», explicó Trillo. «Nuestro profesorado es algo muy padre también. Somos de todos lados. Algunos somos de México, otros ni siquiera son de México. Tenemos una profesora de Barcelona, otro de Argentina, otros de Chiapas, San Luis Potosí…».

Hasta el momento, han sido 9 las comunidades que han formado parte de la iniciativa del Taller Ambulante. De Sonora, se han sumado Nacozari de García, Cananea, Esqueda y Hermosillo. También han participado Santa Bárbara, Chihuahua; Charcas y San Luis Potosí, en San Luis Potosí; Ciudad del Carmen, Campeche; y la comunidad Tohono O’odham Nation, ubicada en Arizona, EE. UU.
Próximamente se integrarán Sombrerete, Zacatecas; Juchitán, Oaxaca; y, en el ámbito internacional, se prevé la incorporación de comunidades en Perú, Sudamérica.

Teniendo en cuenta su trabajo en distintas comunidades, en lugar de imponer una mirada externa, Taller Ambulante facilita que las comunidades exploren sus propias problemáticas, identidades y formas de vida a través del cine y la fotografía.
«Nosotros llegamos como facilitadores, pero también aprendemos de ellos», señaló Trillo. Esto ha permitido que los talleres se conviertan en espacios de diálogo horizontal, donde las ideas, saberes y emociones fluyen de manera natural.
El resultado son trabajos artísticos profundamente arraigados en la experiencia local, con temáticas que van desde la migración hasta la vida rural, pasando por la identidad, la familia y la tradición.

Además, el taller ha trabajado con infancias (Taller de Cine Infantil), y la experiencia ha sido reveladora:
«Nos hemos dado cuenta de que las infancias no tienen todas estas mediaciones que nosotros como adultos ya tenemos, como prejuicios o estereotipos», explicó Trillo. “Ellos observan el mundo desde un lugar más honesto y sensible, y eso enriquece muchísimo el trabajo”, explicó el director de la iniciativa.
Una comunidad cinematográfica en constante movimiento
Desde su fundación, Taller Ambulante ha producido una serie de documentales que reflejan la evolución del proyecto como plataforma activa de formación y producción cinematográfica. Aunque muchos trabajos se realizaron en Sonora, el proyecto ha expandido su alcance a otros estados, adaptándose a nuevas realidades.

Hasta la fecha, se han creado 89 cortometrajes y 174 proyectos fotográficos por sus alumnos, con más de 4 mil 600 fotografías análogas reveladas y digitalizadas. Además, 29 cortometrajes han sido seleccionados en festivales como Shorts México, FIC Monterrey, Cinema Planeta y Docs MX, obteniendo 5 premios, entre ellos el Premio del Jurado a Mejor Documental Estudiantil en el 24º Premio José Rovirosa de la UNAM, y varios premios por Volar para trascender en 2024.
Taller Ambulante también ha presentado exposiciones fotográficas como Foto Sonora en el MUSAS de Hermosillo y Confluencias en el Centro Cultural Minero de la Ciudad de México, con nuevas muestras programadas, como Aprender a Mirar en Fotoseptiembre 2024.

Además, el proyecto ha promovido el cine comunitario con muestras como la Muestra de Cine Comunitario 2023 en la Cineteca Sonora, y ofrece becas académicas completas para estudiar cinematografía en la Ciudad de México. Hoy, Taller Ambulante es más que una escuela itinerante: es una comunidad creativa que forma cineastas y fortalece el cine documental como herramienta de transformación social.

En palabras de Antonio Trillo “la idea no es solo enseñar a hacer cine, sino crear espacios donde se escuchen otras voces, donde se compartan miradas y se construyan relatos desde lo colectivo”. Y en esa misión, Taller Ambulante sigue su camino, rodando historias donde más se necesitan.