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Tras investigaciones y registro de casos que cuesta creer, el personal de Espacio Migrante en Tijuana, dirigido por Paulina Olvera Cañez, decidió evidenciar estas historias a través de un documental y una novela. Esta es una obra de la periodista tijuanense Yolanda Morales.
Violencia, rechazo, pobreza y abandono parecen no ser suficientes situaciones que afectan la vida de la población migrante en la ciudad fronteriza de Tijuana. A ello se le suma la carencia de servicios básicos como la educación, cuyo proceso de inscripción y posibilidad de ingreso se convierte en un verdadero calvario, principalmente para quienes deciden permanecer fuera de los albergues.
“El objetivo de esta telenovela es contar las historias reales de las familias migrantes y los retos que enfrentan para inscribir a sus niños en las escuelas aquí en Tijuana. En Espacio Migrante damos acompañamiento a las familias para inscribir a sus niños”. Y añadió que en Baja California existe el Programa Binacional de Educación Migrante (PROBEM), un programa que apoya a los estudiantes migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos.
Nosotros lo que queríamos era mostrar el drama, los problemas y la invisibilidad que viven los niños y niñas en contexto de movilidad cuando la familia migra.
Paulina Olvera Cañez, directora del Espacio Migrante.
Sobre la situación en Tijuana dijo que “hay muchas familias que viven en la ciudad y sus hijos normalmente intentan ir a la escuela más cercana a su domicilio. Entonces no se acercan a PROBEM y se enfrentan solos a los rechazos de las escuelas porque no tienen documentos, porque no hablan español o por diferentes razones, incluso por discriminación”.
Testimonios reales convertidos en guiones
La activista explicó que durante el pasado mes de abril iniciaron una serie de talleres en los que escucharon las experiencias que tuvieron al tratar de acceder a la escuela.
“El año pasado hicimos un estudio sobre el acceso a la educación en Tijuana, Monterrey y Ciudad Juárez, así que con esto y con el trabajo de Espacio Migrante vimos que hay un problema de acceso a la educación. Ahora que están llegando tantas familias, hay muchos niños que llevan dos o tres años sin escuela, pero son menores que tienen derecho a la educación”
Olvera Cañez detalló que “hicimos una colaboración entre Espacio Migrante, la Universidad de California en San Diego (UCSD), la Red de Derechos y Movilidades y estudiantes de Cine del Centro Universitario de Tijuana. Además de los directores de cine Reinaldo Escoto y Ebony Baley de California, quienes nos ayudaron a convertir las historias en un guion y dimos un taller de teatro”.
Actualmente el material está en etapa de postproducción y trabajan en la recaudación de fondos para realizar dos versiones: una es una película que piensan enviar a festivales de cine y albergues, y otra es la telenovela que buscan subir a una plataforma en capítulos cortos de 5 a 10 minutos cada uno. La idea es que ambos materiales estén listos para el próximo mes de abril.
Nuevos retos de atención
Normalmente se piensa que la migración es solo de paso o que son sólo hombres los que buscan trabajar. Sin embargo, en Tijuana hay mujeres que viven con sus hijos. Con la llegada de la población haitiana en los últimos años se nota la presencia de jóvenes en edad universitaria que buscan un lugar en las aulas.
Estos nuevos grupos migrantes, familias en su mayoría, han sumado a sus afectaciones el impacto de la pandemia por COVID-19. Todos estos factores son historias que deben contarse para que se tome conciencia respecto al tema y su impacto social.
Paulina Olvera comparte que la novela se produjo con un trasfondo didáctico, pues funciona como una herramienta informativa. “En ella le decimos a los migrantes cómo hacerle. A veces los papás no saben a dónde acercarse, piensan que van a estar en Tijuana dos o tres meses y no buscan escuela para sus hijos. La realidad es que el tiempo de espera cada vez es más largo, especialmente ante las duras políticas de Estados Unidos”, expresó Paulina.
Un generador de comunidad
Son diversas las actividades que se generan entre los migrantes con el fin de integrarlos. Es por ello que el proceso de producción de este registro documental se convirtió en un punto de encuentro, de expresión artística y desarrollo de talentos.
Esther Morales, es una migrante que ha sido deportada en más de 9 ocasiones, actualmente tiene un proyecto que se llama: Comida Calientita. Además, tiene una cocina que lleva por nombre “La Antigüita” que se ubica en la Zona Centro de Tijuana. Ella es originaria de Oaxaca y también participa en la telenovela, la primera de su tipo en la región.
“Yo participo en la novela migrante que se grabó aquí. Yo soy una patrona que llegó aquí y la tengo que despedir, ellos pensaron en mí por mi trayectoria como activista y cocinera. Me siento bien feliz, bien contenta, significa que se humanice y ayudar a nuestros hermanos migrantes”.
Nunca nadie pensaba dejar su país (…) tuvimos problemas con personas, mataron a mi papá, había persecuciones.
Jessie, migrante haitiana radicada en Tijuana.
En los talleres previos participaron las familias del albergue y algunas ayudaron a crear la escenografía.
Jessika es una gemela haitiana de 25 años de edad que estudia Psicología en Tijuana. Ella, igual que su hermana Jessie, se enfrentó al rechazo académico y a la discriminación.
“En la novela soy de vestuario y de maquillaje, y también soy actriz. La telenovela con el Espacio es una obra muy fuerte y muy dolorosa a la vez. Cada que sacamos un escenario (lo hacemos) con mucha alegría porque somos la voz que seremos escuchados por todos”, manifestó Jessika. A través de esta iniciativa quieren visibilizar lo que pasa realmente con la comunidad migrante cuando quieren integrarse a la sociedad. No es sencillo conseguir acceso a la educación, a la justicia ni a los servicios médicos.
Por su parte, Jessie afirmó que “es triste dejar su país, nunca nadie pensaba dejar su país, depende de la problemática del país, tuvimos problemas con personas, mataron a mi papá, había persecuciones”.
La Coordinadora Clínica Legal de Espacio Migrante, Tania García, explicó que “el drama es real, son los obstáculos que viven las personas, las frustraciones, aquí vamos a contar tragedias, pero sin revictimizar”. Asimismo, agregó que buscan “crear conciencia, sensibilizar a autoridades escolares y a la sociedad sobre lo que viven las personas que están tratando de acceder a un derecho tan básico como la educación”.
En Tijuana hay más de 15 albergues, Espacio Migrante atiende especialmente a comunidades negras y africanas. Actualmente se preparan para recibir a cientos de haitianos que están en camino a esta frontera.