Comunidades aztecas y mayas lo jugabas con motivos religiosos y políticos
Hay tradiciones prehispánicas que perduran a pesar de los siglos de conquista española. El ulama, un deporte practicado por aztecas y mayas, desde hace por lo menos 3 600 años, persiste en Sinaloa.
En Sinaloa se documentan comunidades que lo practican: Mocorito, Angostura, Guamúchil, Sinaloa de Leyva, Mazatlán, El Rosario y Concordia.
A pesar de que se practicó principalmente en México, existe evidencia que sugiere que también hubo disputas deportivas desde Nuevo México y Arizona hasta El Salvador.
Se cree que «ulama» significa juego con una pelota de hule. Se han encontrado vestigios de 2 500 canchas en Mesoamérica.
Jugador moderno de Ulama. Créditos: Milenio.
Las razones para jugarlo se creen religiosas: un portal hacia el inframundo o rituales de fertilidad; y políticas: refuerzo a ciertos gobernantes y realeza y escenarios para sacrificios.
Dado que su práctica se vinculó a prácticas religiosas, los conquistadores españoles, a través de gobernadores virreinales, prohibieron su juego por considerarlo salvaje y diabólico.
Sin embargo, durante las Olimpiadas desarrolladas en Ciudad de México el 12 de octubre de 1968, el mundo conoció de este deporte prehispánico que se rehúsa a desaparecer.
¿Cómo se juega al ulama?
Su práctica es similar al voleibol, pero sin una red que divida a ambos equipos. Cada equipo tiene cuatro jugadores y cada uno con una función.
El objetivo es golpear a la pelota de hule con las caderas hasta que el rival no pueda regresarla o esta salga de la cancha.
Las posiciones del equipo son 1) male: da el tiro inicial; 2) malero: defiende la parte delantera del campo; 3) chivero: cubre la parte posterior; y 4) topador: responde al saque de la parte rival.
Dado la dureza de la pelota de hule, los jugadores cubren su cuerpo con piel de venado y vendas.
Las distintas formas de jugarlo
El ulama de antebrazo se juega en un campo de 140 metros por 1.20 metros; la pelota es de hule natural y pesa 500 gramos.
Por otra parte, el ulama de cadera se práctica en un campo de 50 por 4 metros y participan cinco jugadores por equipo; la pelota es de hule natural y pesa 4 kilos.
Por último, el ulama de mazo se practica en un campo de 140 por 1.20 metros. Aquí, la pelota no es golpeada por el cuerpo, sino por un mazo de madera especial. La pelota pesa 500 gramos.
Con información de Milenio, Noroeste, Arqueología Mexicana y Ulama: la supervivencia del juego de pelota mesoamericano.