El 16 de octubre fue declarado oficialmente como el Día del Pan Francés Lagunero, una fecha que celebra la dedicación de los panaderos locales y la importancia cultural de este alimento.
Nancy Valenzuela / NORO
El pan francés lagunero es conocido como una joya gastronómica regional de la Comarca Lagunera, que abarca parte de Durango y Coahuila, y por ser uno de los acompañamientos en la mesa más tradicionales en estos estados.
Su sabor, textura y aroma lo han convertido en un símbolo de identidad y orgullo lagunero, al grado de ser reconocido oficialmente como Patrimonio Cultural Gastronómico de Torreón.
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El pan francés lagunero surgió en las primeras panaderías en el siglo XIX
La historia del pan francés lagunero se remonta a finales del siglo XIX, coincidiendo con la llegada del ferrocarril a la región en 1883. Este hecho impulsó el crecimiento económico y urbano de localidades como Torreón, Lerdo y San Pedro de las Colonias, donde comenzaron a surgir las primeras panaderías.
El historiador Carlos Castañón comentó a El Siglo de Torreón que hacia 1890, ya se producía este tipo de pan en San Pedro y Lerdo. Su nombre se debe al parecido de su masa madre con la del tradicional baguette francés, aunque su sabor y textura son únicos, producto de la adaptación a las condiciones climáticas del desierto lagunero.

El proceso artesanal es el secreto del pan francés lagunero
El pan francés lagunero se elabora con una mezcla sencilla de harina de trigo, levadura, sal, agua y azúcar, pero su magia radica en el proceso artesanal. La masa se amasa a mano, se deja fermentar lentamente y se hornea en hornos de ladrillo con bóveda cóncava, lo que le otorga una corteza ligeramente crujiente y un interior suave y esponjoso.
Además, el clima seco y caluroso de la región influye directamente en su fermentación, brindándole ese sabor tan característico. Panaderos tradicionales, como los de las panaderías La Popular en San Pedro y Los Cipreses en Torreón, han conservado la receta por generaciones, transmitiéndola como un legado familiar.
Cómo preparar pan francés lagunero
Una de las tradiciones culinarias más queridas de la Comarca Lagunera es el pan francés, ideal para acompañar platillos como la barbacoa, el menudo o un desayuno lagunero. Aunque se puede encontrar en casi cualquier tienda o panadería de la región, también puedes prepararlo fácilmente en casa.

Ingredientes:
- ½ litro de agua tibia (2 tazas)
- 800 gramos de harina (6 tazas aproximadamente)
- 2 cucharadas de azúcar
- 2 cucharadas de levadura seca
- ½ cucharada de sal
- Aceite para engrasar el molde
- Harina extra
- Leche (para el brillo del pan)
Preparación:
- Forma un volcán con la harina y agrega al centro el azúcar, la levadura y la sal.
- Mezcla poco a poco incorporando la harina y los demás ingredientes.
- Deja reposar la masa entre 30 y 40 minutos.
- Engrasa un molde con aceite, coloca la masa y cúbrela con una manta. Déjala fermentar en un lugar tibio.
- Forma bolitas de unos 100 gramos y déjalas reposar 10 minutos.
- Aplana cada bola con un rodillo del centro hacia afuera y enróllala hasta formar el pan.
- Mezcla agua y leche a partes iguales y barniza los panes con una brocha para darles brillo.
- Deja reposar 20 minutos más, hasta que doblen su volumen.
- Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y hornea durante 20 a 25 minutos o hasta que se vean ligeramente dorados.
- ¡Listo! Disfrútalos calientes, solos o con tus platillos favoritos.
El pan francés lagunero es mucho más que una receta: es patrimonio, historia y sabor. Cada pieza lleva consigo el espíritu trabajador y creativo de la región, haciendo de este pan uno de los mayores orgullos gastronómicos del noroeste de México.
Con información de La Jornada, El Siglo de Torreón, Tele Diario y El Sol de la Laguna










