Adriane Carriola impulsa Maura, una startup de healthtech que busca transformar la educación y la prevención en salud hormonal femenina en México y Latinoamérica.
Grecia Bojórquez/ NORO.
La chihuahuense Adriane Carriola está convencida de que el norte de México puede ser el epicentro de una revolución en salud femenina.
Su startup Maura, nacida en Chihuahua, busca revolucionar la forma en que las mujeres entienden su cuerpo. Carriola creó esta femtech con la meta de reducir los tiempos de diagnóstico hormonal y acercar información científica, cultural y emocionalmente conectada a mujeres de todas las edades.

“Para mí, siempre digo que es un muy buen momento para estar vivo y que es un muy buen momento para vivir en Chihuahua”, asegura.
Maura desarrolla una app educativa impulsada por inteligencia artificial que enseña, analiza y acompaña. La plataforma adapta contenido a cada etapa hormonal, de la premenarca a la postmenopausia, y, a través de un algoritmo, detecta patrones físicos y emocionales para lanzar alertas preventivas antes de que aparezcan síntomas graves.
La propuesta combina tecnología, educación y comunidad, tres pilares para transformar la conversación sobre salud femenina desde el noro.
Maura: del noro al healthtech
Para Carriola, emprender desde Chihuahua no es una limitación, sino una oportunidad. “Chihuahua hoy en día es un estado en desarrollo que de verdad ofrece muchísimas oportunidades”, afirma.
“El ecosistema de la tecnología en el noroeste aún es joven y todavía es liderado por hombres. Entonces creo que esto aumenta muchísimo más el orgullo de estar abriendo camino y de tener apertura en un mundo que no era tech, que era para hombres”, dice.

Además, subraya que la región tiene ventajas como la cercanía con Estados Unidos y su crecimiento en turismo médico que han creado condiciones propicias para el desarrollo de proyectos de tecnología aplicada a la salud.
“Las regiones del noroeste son de los primeros estados con turismo en cuanto a salud y medicina. Entonces mezclando eso, la oportunidad de investigación que tenemos, la oportunidad de tecnología, abre un ecosistema enorme en cuanto a la salud”, explica.
Un proyecto nacido desde la experiencia
“Maura tiene dos vertientes de nacimiento”, cuenta Carriola. “Una, yo soy coach en salud hormonal femenina, entonces todos los días veo pacientes, mujeres, que llegan sin saber qué les pasa”. Ese contacto directo con mujeres que desconocían cómo funcionaba su cuerpo fue el punto de partida para crear una herramienta educativa accesible y cercana.

Pero también hubo una historia personal detrás, de su startup que se encuentra en esta pre-seed. “Atravesé, yo le llamo, mi propio viaje oscuro hormonal”, comparte. Tras enfrentar tratamientos hormonales y cirugías, entendió que ella misma desconocía lo que pasaba en su cuerpo.
Esa vivencia fue la base de Maura: “La tecnología es nuestro puente para poder llegar a más gente. Sin embargo, consideramos que Maura está hecho o tiene alma de comunidad”.
Hoy, la app busca empoderar a las mujeres a través del conocimiento, ayudarlas a identificar cambios hormonales y ofrecerles recomendaciones claras sobre cuándo acudir al médico y qué preguntar. Se trata tanto de datos como de educación emocional y científica para prevenir enfermedades y desinformación.
Obstáculos, pivotes y comunidad
“A la educación siempre hay resistencia”, reconoce Carriola. Desde el inicio, enfrentaron juicios y estigmas: “La gente me decía, ¿cómo vas a hablar de eso? Si ya hay tantas aplicaciones que traquean la menstruación”.
Maura combina educación y análisis en una plataforma integral centrada en la salud femenina, alejándose del formato tradicional de calendario menstrual.

Otro reto fue decidir dónde desarrollarla: “Cuando concebimos Maura, nuestra idea era llevarla fuera de Chihuahua. Y la teníamos escondida mientras trabajábamos para llevárnosla fuera de Chihuahua”.
Sin embargo, el contacto con el proyecto FemTech México, una red de colaboración para emprendedoras de healthtech, cambió su perspectiva: “Nos dimos cuenta que teníamos que dejarla aquí, que queríamos formar parte de este ecosistema que estaba creciendo”.
También enfrentó barreras por ser una mujer fundadora en un entorno empresarial liderado por hombres: “Tengo que, para empezar, explicarles lo fundamental de la salud femenina, para que puedan entender el proyecto”.
Aun así, destaca los avances logrados: “Hoy tenemos a muchísimos hombres expertos en menstruaciones, en ciclos, en salud hormonal, lo cual me encanta”.
El futuro de la salud femenina desde el norte
El crecimiento de Maura se apoya en la comunidad de mujeres que comparten sus aprendizajes y su visión. “La comunidad nos hace, la comunidad nos forma”, afirma Carriola. En ellas ve resiliencia, trabajo constante y una nueva generación de liderazgo.
“Si algo nos puede identificar es que somos incansables. Hemos construido tabique a tabique todos nuestros sueños hasta llegar en donde hoy estamos”, reafirma.

Además, insiste en que Chihuahua tiene talento y recursos para convertirse en un centro de innovación médica y tecnológica. “No se sabe que Chihuahua es de los estados con mayor investigación médica en salud femenina. Yo tampoco lo sabía. Pero ahora lo sé y trabajo con ello”.
Hoy, Adriane Carriola tiene claro el camino que Maura debe de seguir en su transformación: “Me gustaría que fuera un papel de impulso. Que inspiráramos e impulsáramos para que más gente se anime a crear, a desarrollar, a emprender”.

En un ecosistema tecnológico que apenas toma forma, Carriola apuesta por construir desde la educación y la empatía. En su visión, la verdadera innovación está en el código pero también en la capacidad de escuchar. Y si algo define a Maura, dice, es precisamente eso, una tecnología que escucha, traduce y acompaña.
“Que vean que estamos viendo por algo que nadie ha visto me parece increíble y que amplifica la voz del norte”, concluye.










