La chef e investigadora chihuahuense fue reconocida con la Presea Nacional Abigail Mendoza Ruiz por su trabajo en la preservación del patrimonio culinario y su compromiso con la visibilización de las cocinas tradicionales del norte de México
Daniela Valenzuela / NORO
La chef Ana Rosa Beltrán fue galardonada con la Presea Nacional Abigail Mendoza Ruiz durante el encuentro Memorias del Fogón, celebrado en Delicias, Chihuahua.
Este reconocimiento distingue su trayectoria en la investigación, rescate y difusión de las cocinas tradicionales del norte, así como su labor en comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara.
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Un reconocimiento con raíz
La Presea Nacional Abigail Mendoza Ruiz fue instituida por la Fundación Universal Tercer Milenio “Cultivando Sonrisas, A.C.” para honrar a quienes trabajan por preservar el patrimonio culinario mexicano en alguna de sus seis categorías.
Lleva el nombre de Abigail Mendoza Ruiz, cocinera zapoteca reconocida internacionalmente como una de las mayores representantes de la cocina indígena mexicana y promotora incansable de la preservación cultural y gastronómica del país.
En esta primera edición, la chef Ana Rosa Beltrán del Río fue la primera galardonada en la categoría “Saberes que trascienden”, distinción otorgada a quienes han llevado los conocimientos y sabores tradicionales más allá de sus comunidades, proyectándolos a nivel nacional e internacional.
“No lo viví como un logro individual, sino como un reconocimiento a todas las mujeres que, desde sus cocinas humildes, han mantenido encendida la llama de la tradición.”
Para ella, el premio tiene sentido simbólico:
“Representa honrar la memoria de quienes han cocinado antes que nosotras y abrir camino para las que vienen detrás.”
El legado de Abigail Mendoza
Nombrada en honor a Abigail Mendoza Ruiz, una de las figuras más influyentes de la cocina zapoteca y de la gastronomía mexicana, la presea reconoce a quienes preservan la herencia culinaria del país.
Originaria de Teotitlán del Valle, Oaxaca, Abigail dedicó su vida a rescatar y difundir la cocina de su pueblo, llevando los sabores tradicionales a escenarios internacionales.
Fundadora del restaurante Tlamanalli, su trabajo fue un parteaguas para que la cocina mexicana fuera reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010.
Su visión de la gastronomía como sistema que une territorio, comunidad y arte, la convirtió en una referente mundial del patrimonio biocultural de México.
“Esta presea es mucho más que un galardón; es un acto de justicia cultural”, dijo Ana Rosa Beltrán. “Durante muchos años, la cocina tradicional fue invisibilizada, relegada a lo doméstico o lo folclórico. Hoy se reivindica su verdadero valor: el de ser patrimonio, conocimiento y arte.”
Al recibir un reconocimiento con el nombre de Abigail Mendoza, la chef lo asume como una responsabilidad profunda:
“Abigail abrió puertas y cambió la forma en que el mundo ve la cocina indígena mexicana. Llevar una presea con su nombre es continuar su legado con respeto y coherencia.”
La trayectoria de la chef e investigadora Ana Rosa Beltrán
Con más de dos décadas de trabajo, Ana Rosa Beltrán ha dedicado su carrera a investigar y rescatar la cocina tradicional del norte de México. Desde su labor con comunidades Rarámuri, Pimas, Guarijó y Tepehuanas, ha buscado unir la tradición con la investigación académica.
“Creo que este reconocimiento refleja la constancia en el rescate de la cocina del norte y el empeño por mostrar que Chihuahua también tiene una voz dentro del mapa culinario de México”, afirmó.
Uno de los momentos más significativos de su trayectoria fue cuando presentó la conferencia sobre la milpa mexicana y el taco de chile pasado en tortilla de maíz azul en Dubái.
“Presentar un platillo tan emblemático y tan nuestro en un escenario internacional me hizo sentir que estaba llevando un pedacito de Chihuahua al mundo”, recordó. “Ahí comprendí que la grandeza de nuestra cocina no está en la sofisticación, sino en su historia y en las manos que la hacen posible.”
Durante la ceremonia, la chef dedicó el reconocimiento a las cocineras que la inspiran: “Pensé en las mujeres que me han acompañado en este camino: las cocineras Rarámuri, Pimas, Guarijó y Tepehuanas, las abuelas, las maestras que me enseñaron a respetar el fuego y el maíz.”
Para ella, el futuro de la cocina tradicional mexicana depende de fortalecer esos lazos.
“La cocina tradicional es una escuela de vida y un acto de resistencia. Cada mujer que cocina con amor, que siembra o que transmite una receta, está construyendo historia.”
Beltrán busca continuar el legado de Abigail Mendoza impulsando espacios de formación para jóvenes cocineras y estudiantes de gastronomía.
“El mejor homenaje que puedo hacerle a Abigail es seguir trabajando con honestidad y propósito. Su legado se prolonga en cada plato que honra la tierra y en cada mujer que se reconoce a sí misma como parte de un linaje de fuego y sabiduría.”
Con la Presea Abigail Mendoza Ruiz, Ana Rosa Beltrán no solo celebra un reconocimiento personal, sino la continuidad de una historia colectiva: la de las mujeres que, desde el fuego y el maíz, mantienen viva la identidad gastronómica de México.
Con información de Gobierno de México y Fundación Universal Tercer Milenio «Cultivando Sonrisas».
