El grooming o acoso sexual en línea pone en riesgo a los menores. Al saber cómo detectarlo pueden establecerse medidas de seguridad cibernética en casa
La tecnología, el Internet y las redes sociales se han vuelto indispensables durante la pandemia por COVID-19. Debido a esto, muchos niños, niñas y jóvenes han empezado a utilizar o incrementado el uso de estas herramientas, exponiéndose a diferentes tipos de ciberacoso, como el grooming.
Se le conoce como grooming al acoso y abuso sexual en línea, donde un adulto establece contacto con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual. Esta práctica delictiva puede tener diferentes niveles de interacción y peligro para los menores de edad, que pueden ir desde el intercambio de mensajes sexuales, fotografías, videos hasta concretar un encuentro físico.

En el grooming, el acosador se hace pasar por alguien de la misma edad de la víctima, adaptando su lenguaje y usando fotografías falsas para facilitar la creación de un vínculo de confianza. Mediante manipulaciones, el adulto separa gradualmente al menor de su familia, maestros, amigos o cualquier red de apoyo con la que cuente, con el objetivo de avanzar en el acoso o abuso.
En México se estima que alrededor de 4 millones de niños, niñas y adolescentes han sido víctimas de ciberacoso. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre 2017 y 2019 aumentó un 32% el número de víctimas de ciberacoso en adolescentes de 12 a 17 años de edad. Por ello, la importancia de establecer medidas de ciberseguridad en el entorno familiar.
Cómo detectar las fases del grooming
La organización internacional Save The Children señaló que existen cinco fases principales en las que se da el acoso virtual o grooming. Si bien estas conductas pueden darse de forma desordenada, presentan los mismos patrones de conducta.

- El abusador intentará crear un vínculo de confianza, usualmente a través de sobornos o engaños. Incluso, puede hacer regalos. Además, intentará empatizar con los menores, “escuchando” sus problemas o sentimientos, para después utilizarlos como chantaje.
- Una vez ganada la confianza de la víctima, el agresor buscará que la víctima se aísle de su red de apoyo, con el objetivo de mantener en secreto la interacción con el menor.
- El agresor valorará los riesgos de ser descubierto, buscará conocer más sobre la relación del menor con su familia y averiguar quién tiene acceso a sus dispositivos móviles.
- La primera muestra de violencia sexual será iniciar conversaciones que giren alrededor del sexo poco a poco, para que el menor se familiarice con el vocabulario y temas sexuales.
- La quinta fase del grooming llega cuando el acosador realiza una petición de naturaleza sexual. Quizá solicite relatos de “fantasías sexuales”, comparta material sexual como fotografías o videos o invite a un encuentro físico.
¿Cómo prevenir el grooming?
La Unidad Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública de Sonora, con la campaña #NoCaigas, ha hecho un llamado a los padres de familia a crear una cultura de ciberseguridad en casa, compartiendo algunas sugerencias.
En primer lugar, se recomienda que los menores de 13 años no tengan cuentas de redes sociales. Incluso, las plataformas ya prohíben esto en sus términos y condiciones.

Sobre esto, Mario Arroyo Juárez, especialista en políticas de seguridad y prevención de la violencia el delito, señaló que menores de 6 años no deben usar dispositivos tecnológicos. Igualmente, que menores de 6 a 12 años que requieran hacerlo deben estar bajo supervisión de un adulto.
La Unidad Cibernética SSP Sonora también recomienda que los padres o familiares no compartan fotos de menores en sus plataformas públicas. En el caso de los mayores de 13 años que utilicen alguna red social, esta debería ser privada. Además, los padres deben supervisar los contactos y asegurarse que no acepte a personas que no conozca.
También se recomienda que al crear perfiles o correos electrónicos, se empleen contraseñas realmente privadas que no incluyan nombres. Igualmente, se debe contar con antivirus en computadoras y apoyarse con aplicaciones de control parental como Qustodio o Confidant.
Asimismo, delimitar un área compartidas de la casa en la que se deben usar dispositivos con internet, como sala o estancia. Además, se destaca hablar con los menores sobre los riesgos presentes en las redes, explicarles qué es el grooming y fortalecer los vínculos de confianza.

Para más dudas o recibir asesoría de cómo instalar controles parentales en dispositivos móviles o consolas de videojuegos, se puede contactar a la Unidad Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública de Sonora en el (800) 772 4237.