El Banco de Alimentos nació como respuesta al creciente problema de inseguridad alimentaria en la ciudad. Durante 30 años, ha sido un pilar de apoyo para quienes más lo necesitan
Daniela Valenzuela / NORO
La inseguridad alimentaria en Sonora es una problemática compleja que va más allá de la simple disponibilidad de alimentos. Involucra factores como el acceso a dietas saludables, la educación nutricional y la infraestructura de comercialización y distribución.
Según datos de Hermosillo ¿Cómo Vamos? En 2024, aproximadamente 169,224 personas en la ciudad enfrentan carencia alimentaria. Además, más del 40 % de la población vive en algún nivel de pobreza, según cifras de CONEVAL (2020).
Ante esta realidad, el Banco de Alimentos de Hermosillo ha sido un pilar fundamental, brindando apoyo a las familias más vulnerables durante 30 años.
Banco de Alimentos: un puente de solidaridad en Sonora
En Sonora, miles de familias enfrentan dificultades para acceder a una alimentación suficiente y balanceada.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en 2022 se identificaron diversas colonias en Hermosillo como Zonas de Atención Prioritaria (ZAP), lo que indica que sus habitantes padecen inseguridad alimentaria severa.
El Banco de Alimentos de Hermosillo atiende actualmente a 55 mil personas en 70 colonias de la ciudad y en 12 municipios del estado.
Manuel Robles Linares Vélez, director general de la organización, explica que el proceso de distribución de alimentos inicia con la recolección de donaciones provenientes de agricultores, supermercados, restaurantes y personas particulares.
Hacemos la ruta a la costa, rescatamos en los campos, lo traemos al banco, lo seleccionamos, lo almacenamos y armamos paquetes alimentarios que distribuimos a través de nueve programas», detalla para NORO.
Cada día, voluntarios y trabajadores del banco se encargan de recibir los productos, clasificarlos según su tipo y estado, y organizar la logística para su entrega.
Los alimentos en mejor estado se destinan a despensas familiares, mientras que aquellos que han superado su fecha de consumo preferente pero siguen siendo aptos para el consumo humano se distribuyen a comedores comunitarios.
«Aprovechamos al máximo cada alimento para evitar el desperdicio y garantizar que más personas reciban apoyo», agrega Manuel Robles Linares Vélez.
Una de las beneficiarias de este esfuerzo es doña Luisa, una mujer de 65 años que cuida a sus nietos en una de las colonias atendidas. «Antes no sabía si iba a tener suficiente para darles de comer, ahora sé que no se irán a dormir con el estómago vacío», comentó para NORO.
¿Qué retos han enfrentado para garantizar la distribución de alimentos?
Garantizar que los alimentos lleguen a quienes más los necesitan es un reto constante para el Banco de Alimentos en Hermosillo pues diariamente enfrentan diversos desafíos que los llevan a reinventarse y buscar nuevas soluciones y maneras de llegar a quienes más los necesitan.
«Todos los días tenemos el desafío de rescatar el alimento. No podemos descansar porque el hambre no tiene ni día ni fecha», señaló el director del Banco. La organización depende del compromiso de diversas empresas y comercios que donan productos en buen estado pero que ya no pueden venderse.
Entre los principales aliados se encuentran Sam’s, Soriana, Lay, Walmart y Oxxo, quienes contribuyen con aproximadamente ocho toneladas de alimentos diariamente.
Sin embargo, uno de los mayores desafíos es la logística de recolección y distribución. «Desplazamos alrededor de siete toneladas diarias, pero siempre hay más personas que necesitan ayuda», agregó el director.
Además del transporte, otro reto es la falta de recursos para costear combustible, mantenimiento de vehículos y refrigeración de alimentos perecederos. «Tenemos infraestructura, pero necesitamos apoyo constante para cubrir estos costos y garantizar que la ayuda no se detenga», explicó para NORO.
Aumento en la demanda de apoyo
En los últimos años, la demanda de ayuda alimentaria ha ido en aumento. «Actualmente en Hermosillo hay alrededor de 160 mil personas en inseguridad alimentaria», menciona el director. Este incremento se debe a factores como el desempleo, la violencia intrafamiliar y las adicciones, que dificultan a las familias garantizar su alimentación diaria.
Según el Informe sobre Inseguridad Alimentaria en México 2023, publicado por el Consejo Nacional de Alimentación, Sonora es uno de los estados donde la precariedad alimentaria ha crecido en la última década. Esta situación refuerza la importancia de la labor que realiza el Banco de Alimentos.
El impacto de esta crisis también se refleja en la infancia. Se estima que 1 de cada 3 niños en comunidades vulnerables no tiene acceso a una alimentación suficiente, lo que afecta su desarrollo físico y cognitivo.
«Es por eso que muchos de nuestros programas están dirigidos a familias con niños, para asegurarnos de que tengan al menos una comida nutritiva al día», explica Robles Linares.
Programas del Banco de Alimentos
El Banco de Alimentos cuenta con diversos programas que van más allá de la entrega de despensas. Uno de los más destacados es «Cimientos para el Futuro», en alianza con la Fundación Tichi Muñoz.
A través de este programa, los beneficiarios reciben capacitación en nutrición, finanzas en el hogar y desarrollo personal. «Incluso organizamos ferias del empleo para conectar a las personas con oportunidades laborales», explica Robles Linares.
Otros programas incluyen el apoyo a adultos mayores a través de la «Ruta de ayuda de corazón», que entrega despensas a 370 abuelitos que no pueden trasladarse al banco. Además, en el comedor comunitario se atiende diariamente a 120 personas con una comida caliente.
Además, entre la larga lista de programas se encuentran Alimento compartido, BAMX en tu comunidad, Ayuda de corazón, Voluntarios con recompensa, Apoyo a instituciones, Apoyos especiales, Manos que nutren y Comer en Familia.
Asimismo, el banco implementa talleres de aprovechamiento de alimentos para enseñar a las familias a reducir el desperdicio y maximizar el uso de cada producto donado. «Queremos que las personas aprendan a cocinar con lo que tienen, para que cada despensa rinda más», detalló el Director para NORO.
¿Cómo donar?
Existen varias maneras de contribuir al Banco de Alimentos. Se pueden realizar donaciones en especie de alimentos no perecederos, frutas y verduras frescas, o bien, apoyar con donaciones económicas para la operación del banco.
«Siempre los invitamos a que pasen al banco, que nos conozcan y que vean que es una fundación que tiene 30 años de existencia», menciona Manuel Robles Linares Vélez
Para facilitar las donaciones, la organización también cuenta con un sistema de aportaciones en línea y un centro de acopio donde las personas pueden llevar sus contribuciones.
También existen programas de donación recurrente, en los que las personas pueden aportar una cantidad fija mensual para asegurar un apoyo constante a las familias en situación vulnerable.
Voluntariado: una forma de hacer la diferencia
El Banco de Alimentos también brinda la oportunidad de participar como voluntario. «Tenemos un área de voluntariado donde la gente viene a armar paquetes alimentarios. Cada sábado hacemos rutas de entrega para adultos mayores», explicó el director. Las personas interesadas pueden inscribirse directamente en el banco y elegir el tiempo que desean dedicar a esta labor.
El voluntariado no solo beneficia a la comunidad, sino que también representa una experiencia enriquecedora para quienes participan.
Los voluntarios reciben una comida caliente en el comedor del banco y tienen la oportunidad de conocer de cerca el impacto de su ayuda. «No hay mejor recompensa que ver la sonrisa de alguien que recibe un paquete alimentario», concluyó Manuel Robles Linares Vélez para NORO.
Con el apoyo de empresas, donantes y voluntarios, el Banco de Alimentos de Hermosillo sigue siendo un pilar en la lucha contra la inseguridad alimentaria en Sonora. La solidaridad de la comunidad es clave para que más familias puedan tener acceso a un plato de comida cada día.
