La Cervecería de Sonora fue una empresa pionera que revolucionó la industria cervecera en Hermosillo hace más de 125 años.
Hace más de 125 años, tres visionarios alemanes llegaron a Hermosillo con la idea de transformar la escena industrial de la región. Geo Grüning, Alberto Hoeffer y Jacobo Schusley concibieron la noción de establecer una cervecería que, en sus años de esplendor, no tendría rival a nivel nacional.

En los alrededores de lo que hoy es la Plaza Bicentenario, en el Centro Histórico de Hermosillo, los tres alemanes dieron inicio a la historia de la Cervecería de Sonora en 1896, inspirados por las fábricas de cerveza en Europa y Estados Unidos.
Con un capital de 60 mil pesos, la notaria pública Miguel A. López certificó la fundación de la Cervecería de Sonora S. A. el 22 de septiembre de 1897.
Geo Grüning, el primero en llegar a México, estableció conexiones políticas y comerciales clave al contraer matrimonio con Dolores Monteverde, descendiente de una de las familias prominentes de la ciudad en esa época.
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La construcción y la era dorada de la Cervecería de Sonora
Con la fundación formal de la Cervecería de Sonora, S. A., la visión de estos pioneros se materializó. Bajo la dirección de Grüning, la fábrica comenzó a operar en 1898, tras obtener los permisos necesarios y completar la construcción del edifico en 1904.
Diseñada por el arquitecto Plutarco Díaz, la cervecería se destacaba por su modernidad y eficiencia en la producción de cerveza, utilizando equipos de última generación importados de Europa y Estados Unidos.

La visión de Grüning y sus socios llevó a la adquisición de insumos de calidad, como malta y lúpulo, provenientes de Europa y Estados Unidos, estableciendo los estándares de excelencia de las cervezas “Münchener” y “Reina Blanca”.
Para 1907, la Cervecería de Sonora anunció la apertura de sus instalaciones modernas y de primera clase, con maquinaria moderna, bodegas de fermentación, áreas de refrigeración y una capacidad productiva en constante en constante expansión. Sin embargo, la fábrica enfrentó desafíos, como la escasez de leña en la región, que amenzacó su operación.
Desafíos y resiliencia
Ante la falta de leña, Geo Grürinig demostró su visión estratégica al importar carbón de piedra, asegurando la continuidad de las operaciones. Nombres como Antón «El Conecas» Ackerman, Juan Schnierle y el maestro barrilero Pano Alexoff se sumaron a la industria, contribuyendo al éxito de marcas emblemáticas como «High Life» y «Centenario Negra».

A pesar de los obstáculos, la Cervecería de Sonora se destacó como una de las principales industrias en México en las primeras décadas del siglo XX.
Para 1915, un decreto gubernamental emitido por el gobernador Plutarco Elías Cales prohibió la importación, venta y fabricación de bebidas embriagantes en Sonora, lo que llevó a un cierre temporal de la fábrica.
Incendios y clausura
La fábrica reabrió sus puertas en 1922, sin embargo, se clausuró de manera definitiva en 1935.
A lo largo de su existencia, la Cervecería de Sonora se convirtió en una de las principales industrias de Sonora, destacándose por marcas emblemáticas como «High Life» y «Centenario Negra».

Su influencia trascendió fronteras, recibiendo reconocimiento internacional por la calidad de sus cervezas en diversas exposiciones.
En 1969, la familia Hoeffer vendió la fábrica a la Cervecería Cuauhtémoc de Monterrey, marcando el fin de una era para la Cervecería de Sonora. En 1980, el edificio que albergaba la fábrica fue demolida, dando paso a la Plaza Bicentenario.
Aunque su historia llegó a su fin, el impacto de la Cervecería Sonora perdura en la memoria colectiva como un símbolo de innovación, tenacidad y contribución a la industria cervecera en México.
¿Conocías la historia de la Cervecería de Sonora?
Fuentes: El Sol de Sonora, Hermosillo a través del Tiempo