Hermosillo instaló su Comité de Monitoreo del Aire, integrado por académicos, sociedad civil y gobierno, para vigilar la calidad del aire, mitigar contaminantes y proteger la salud pública ante los efectos del cambio climático y el crecimiento urbano.
Ricardo Amador/NORO
En un esfuerzo por hacer frente a los altos niveles de contaminación y sus consecuencias en la salud pública en Hermosillo, se instaló formalmente el Comité de Monitoreo del Aire.
Esta nueva instancia busca generar información precisa sobre la calidad del aire en la ciudad, así como emitir recomendaciones que se traduzcan en políticas públicas, acciones preventivas y una mayor conciencia social sobre los efectos del cambio climático.

El comité está conformado por académicos, especialistas en medio ambiente, funcionarios municipales y representantes de la sociedad civil, quienes trabajarán de forma coordinada bajo el respaldo de la Agencia Municipal de Energía y Cambio Climático (AMECC).
Su propósito no solo será dar seguimiento a las condiciones atmosféricas, sino también analizar cómo fenómenos como las altas temperaturas inciden directamente en la concentración de contaminantes.
Un paso hacia políticas públicas basadas en evidencia
La conformación del Comité de Monitoreo del Aire marca un avance hacia una toma de decisiones más informada y sustentada en evidencia científica. Una de las herramientas fundamentales con las que contará este organismo será el programa REMAH, una red de 12 monitores atmosféricos distribuidos por la ciudad desde 2021.
Esta infraestructura permitirá observar en tiempo real la presencia de partículas suspendidas y otros contaminantes.

Carla Neudert, directora de la AMECC, detalló que estos dispositivos han sido clave para identificar fuentes de polución, como los basureros clandestinos, cuya quema descontrolada se ha logrado prevenir.
Neudert también adelantó que en 2025 se continuará impulsando la electromovilidad en Hermosillo, con la llegada de camiones eléctricos al sistema de transporte público HBus.
Estas acciones son parte de una estrategia más amplia que contempla la transición hacia energías limpias y una mejor infraestructura verde para mitigar los efectos de la contaminación.
Comité de Monitoreo del Aire hace frente al reto de una ciudad en crecimiento
Sin embargo, el monitoreo ambiental no es una tarea menor, especialmente en una ciudad como Hermosillo, donde el crecimiento urbano supera las capacidades actuales de seguimiento atmosférico. Así lo advirtió la investigadora en geoquímica analítica de la Universidad de Sonora, Diana Meza Figueroa, quien subrayó la necesidad de expandir la red de medición, crear más estaciones climáticas y generar un programa de gestión de calidad del aire más robusto, como ya existen en otras ciudades mexicanas.

Meza alertó que la capital sonorense enfrenta condiciones únicas que agravan el problema, como la erosión de terrenos baldíos, la actividad agrícola en la costa cercana y la urbanización acelerada, factores que generan una mezcla de compuestos tóxicos que se dispersan con el viento y llegan hasta zonas habitadas.
Entre las consecuencias más preocupantes se encuentran las afectaciones respiratorias, especialmente en personas alérgicas o con padecimientos preexistentes. Meza enfatizó que la falta de una red de monitoreo completa puede agravar la situación, ya que limita la capacidad de alertar oportunamente a la ciudadanía sobre episodios críticos de contaminación.
Soluciones locales con impacto a largo plazo
Ante este panorama, el Comité de Monitoreo del Aire también tendrá como tarea promover soluciones prácticas y sostenibles. Entre ellas, se contempla la creación de infraestructura verde con árboles nativos como el mezquite y el palo verde, especies adaptadas al clima desértico que funcionan como filtros naturales del aire.
Estas barreras vegetales son una forma económica y eficaz de capturar partículas contaminantes, especialmente en colonias periféricas expuestas a residuos de ganadería y aguas residuales.

Además, el Comité de Monitoreo del Aire podrá servir como una plataforma de diálogo entre sectores, generando campañas de concientización ciudadana sobre prácticas como la quema de basura o el uso de materiales menos contaminantes en la construcción.
Con la instalación de este comité, Hermosillo da un paso importante hacia una gestión ambiental más eficiente y participativa, poniendo al centro de su agenda la salud pública y el derecho a respirar un aire limpio.
Fuentes: Proyecto Puente, Uniradio Informa, Universidad de Sonora










