Hermosillo es hogar de una de las leyendas más aterradoras: la del Hospital María Auxiliadora. Este antiguo recinto, que hoy en día, se utiliza para retiros de jóvenes católicos, quienes aseguran haber presenciado escalofriantes apariciones

Daniela Valenzuela / NORO
El antiguo Hospital María Auxiliadora, ubicado en la colonia Cinco de Mayo en Hermosillo, Sonora, fue en su momento uno de los hospitales privados más importantes de la región. Fundado por el doctor Everardo Monrroy, el hospital cerró sus puertas hace aproximadamente 38 años.
Con el paso del tiempo y tras quedar en abandono, el edificio fue transformado en una casa de retiros espirituales para jóvenes. Sin embargo, muchos de ellos afirman que el lugar está habitado por espíritus, ya que han escuchado risas, llantos y gemidos inexplicables, además de presenciar extraños fenómenos.
La leyenda del Hospital María Auxiliadora

El antiguo Hospital María Auxiliadora, convertido en una casa de retiros para jóvenes de grupos católicos, es escenario de una de las experiencias más aterradoras jamás contadas. El 27 de diciembre de 2011, un grupo de jóvenes vivió la noche más espeluznante de sus vidas.
Desde el momento en que cruzaron el umbral del hospital, sintieron un aura sombría y escalofriante. El frío les recorría la espalda solo al pisar el lugar. Durante el día, realizaron las actividades asignadas por sus coordinadores y, llegada la noche, se retiraron a descansar en las habitaciones del antiguo hospital. Sin embargo, conciliar el sueño resultó imposible.

En la primera noche, sus habitaciones se llenaron de murmullos, gritos lejanos y gemidos de dolor que parecían resonar por los pasillos. Golpes en las paredes y ruidos inexplicables en la cañería los mantuvieron despiertos y aterrados.
Al día siguiente, muertos de miedo, contaron a los coordinadores lo sucedido, quienes se limitaron a reír y asegurar que solo había sido una «novatada» organizada por ellos.
La noche del terror en María Auxiliadora

Pero la segunda noche superó cualquier pesadilla. Mientras intentaban dormir, comenzaron a ver sombras inexplicables: figuras de adultos y niños que se deslizaban por las paredes, acompañadas de sonidos perturbadores.
Desesperados, corrieron en busca de los coordinadores, pero no los encontraron. Al llegar a la puerta, una de las coordinadoras apareció. Con ojos llenos de terror, intentaron explicarle lo que había sucedido.

De repente, la chica soltó una carcajada escalofriante, su rostro cambió, volviéndose aterrador. «Les dijimos que fuimos nosotros», repitió entre risas, mientras su figura se volvía más siniestra.
Aterrorizados, los jóvenes intentaron escapar. Algunos lo lograron, pero otros no. Aquellos que escaparon afirman que, desde entonces, algo cambió en ellos. A veces, escuchan en sus cabezas una inquietante invitación: «Ven al retiro, ven… Aquí serás bienvenido… por toda la eternidad».
El antiguo hospital en la actualidad

Hoy en día, el antiguo Hospital María Auxiliadora permanece de pie, desafiante al paso del tiempo. Aunque no está en ruinas como se podría esperar, la fachada aún mantiene su aspecto imponente, como un silencioso testigo de los oscuros sucesos que rodean su historia.
En la colonia Cinco de Mayo, donde está ubicado, muchos vecinos afirman que por las noches se escuchan ruidos extraños, como pasos arrastrándose por los pasillos vacíos del antiguo edificio. Pero lo más perturbador son los lamentos.

Llantos de niños, susurros de jóvenes y gritos de adultos que parecen surgir del mismo hospital, como si las almas de quienes alguna vez cruzaron sus puertas estuvieran condenadas a vagar por la eternidad.
A pesar de que hace más de 38 años que el hospital cerró sus puertas y dejó de funcionar, la atmósfera de misterio y terror sigue envolviendo el lugar. Los vecinos han relatado que, especialmente durante la noche, los ruidos son más intensos y a menudo acompañados de un aire gélido que parece surgir de la nada.
Con información de La Bartolina y Nuevo Sonora.