Para evitar una tragedia similar en la ciudad de Hermosillo, en 1983 se inició la construcción de una nueva presa aguas arriba: la Presa Rodolfo Félix Valdés, conocida como «El Molinito».
Nancy Valenzuela / NORO
En 1983, la ciudad de Hermosillo vivió uno de los eventos más impactantes de su historia cuando la Presa Abelardo L. Rodríguez desbordó, causando una inundación que dividió la ciudad.
Aunque actualmente esta presa se encuentra seca debido a la falta de lluvias extraordinarias y la captación previa de agua por la Presa «El Molinito», su desbordamiento de aquel año marcó un antes y un después en la gestión del agua en la región.

Presa Abelardo L. Rodríguez inundó a Hermosillo por exceso de agua
La Presa Abelardo L. Rodríguez fue construida en 1948 con el objetivo de almacenar agua para riego en los campos agrícolas de Sonora. Sin embargo, con el crecimiento acelerado de Hermosillo en la década de 1970, se empezó a utilizar también como fuente de abastecimiento de agua potable.
El exceso de lluvias en 1983 generó una acumulación masiva de agua en la presa, forzando a las autoridades a liberar el excedente antes de que sobrepasara los bordos de contención. La repentina liberación de agua provocó una inundación que arrasó con todo a su paso y dividió a Hermosillo en dos.


La falta de infraestructura adecuada para canalizar el agua exacerbó los efectos de la inundación, por lo que este evento puso de manifiesto la necesidad de una mejor planificación en la gestión del agua, lo que derivó en la posterior construcción del Vado del Río durante la administración de Rodolfo Félix Valdés (1985-1991), con el objetivo de proteger a la ciudad de futuros eventos similares.
Presa “El Molinito” se construyó para evitar otra inundación en Hermosillo
Para evitar que una tragedia similar se repitiera, en 1983 se inició la construcción de una nueva presa aguas arriba: la Presa Rodolfo Félix Valdés, conocida como «El Molinito». Su función principal es controlar las avenidas extraordinarias de agua antes de que lleguen a la Presa Abelardo L. Rodríguez. Desde su operación formal en 1992, la cantidad de agua que llega a la antigua presa se ha reducido significativamente, evitando riesgos de nuevos desbordamientos.
Con información de El Sol de Hermosillo, Martín Uva, tras la Historia de Hermosillo y Proyecto Puente