Los vendedores de pitayas en Hermosillo enfrentan el desalojo por inspectores municipales debido a la falta de permisos, y piden una solución que les permita seguir trabajando en el centro sin ser desplazados.
Los vendedores de pitayas en el Centro de Hermosillo enfrentan una situación difícil: inspectores municipales ordenaron a comerciantes ambulantes, que tradicionalmente venden su fruta cerca del Mercado Municipal, que se retiren debido a la falta de permisos adecuados.
La medida generó indignación entre los vendedores, quienes han denunciado intentos de confiscación de su mercancía.
Leticia Moreno, una vendedora con 15 años ofreciendo su producto en la localidad, compartió su frustración con Proyecto Puente, mencionando que los inspectores han intentado quitarles el producto el pasado 1 de junio, una acción que consideran injusta y perjudicial para su sustento.
La presidenta municipal de Carbó, Lenika Plasencia, intervino en apoyo de los vendedores, pero los inspectores han continuado con su campaña para desalojarlos.
La postura del ayuntamiento
El Ayuntamiento de Hermosillo, al ser consultado sobre el tema, respondió que los vendedores de pitayas fueron reubicados porque se encontraban en un lugar no autorizado para la venta ambulante.
Según el comunicado, la medida busca ordenar el comercio en el Centro y asegurar que todos los vendedores cumplan con las regulaciones municipales.
Sin embargo, esta reubicación ha generado incertidumbre y descontento entre los vendedores, quienes aseguran que no pueden estar “meneándose” con las cubetas de un lugar a otro, como expresó Brenda Chávez, otra vendedora afectada.
Para los vendedores de pitayas, la actividad comercial en el centro de Hermosillo es crucial para su subsistencia, pues gracias a la venta de este producto pueden mantener a sus familias durante esta época.
Los vendedores de pitayas se instalan en las calles del centro de Hermosillo, específicamente en las banquetas de las calles Monterrey, Elías Calles y Guerrero, debido a las obras de remodelación del Mercado Municipal. Sin embargo, ahora se les pide no colocarse en la zona.
Impacto en la economía local
La pitaya, conocida por su distintivo sabor dulce y su intenso color rojo, es una fruta altamente valorada en la región. En Sonora, se ha integrado en una amplia gama de platillos gastronómicos, demostrando su versatilidad en la cocina local.
La venta de pitayas no solo representa una fuente de ingresos para las familias, sino que también contribuye a la economía local y preserva una tradición cultural importante.
Vendedores afectados señalaron que en años anteriores no habían enfrentado problemas al vender cerca del Mercado Municipal, sin embargo, este año, la falta de permisos para vendedores ambulantes ha sido el principal obstáculo que han encontrado.
Comentan que los inspectores no solo les exigen retirarse, sino que también intentan confiscarles su producto, lo cual les afecta directamente en su capacidad para generar ingresos.
Vendedores de pitayas piden negociación
Los vendedores de pitayas solicitan que se les permita continuar operando en sus ubicaciones actuales o que se les proporcione una alternativa viable para vender sus productos.
Argumentan que, al ser vendedores por temporada, no deberían ser tratados de la misma manera que los vendedores ambulantes permanentes; esta diferenciación es crucial para entender la naturaleza de su actividad y las dificultades que enfrentan.
La situación actual exige un diálogo abierto y soluciones prácticas que permitan a los vendedores de pitayas continuar con su actividad sin obstáculos indebidos, respetando tanto las normativas municipales como las necesidades económicas y culturales de los comerciantes.
La prohibición de vender pitayas en el centro de Hermosillo ha generado un conflicto entre los vendedores y las autoridades municipales. La reubicación y la falta de permisos son los principales puntos de disputa, mientras que los vendedores argumentan la importancia económica y cultural de su actividad.
La resolución de este problema requiere una negociación justa que permita a los pitayeros continuar con su tradición y sustento.
¿Cómo crees que se resuelva este problema?
Fuentes: Proyecto Puente, El Imparcial, El Diario de Sonora