El escritor sonorense, ganador del Premio Internacional de Novela Negra “Una vuelta de tuerca” 2024, presenta Las furias, publicada por Nitro Press, una obra donde el paisaje del noro y la indignación se vuelven materia literaria.
Gracia Bojórquez/ NORO
El escritor hermosillense Daniel Avechuco, desde la capital sonorense, ha construido una voz narrativa que vincula la emoción con el pensamiento. En su más reciente novela publicada este año, Las furias, esa emoción se vuelve el centro de una historia que explora el poder transformador de la cólera y la reparación.

La novela sigue a una mujer que busca a una persona desaparecida en el norte del país. En ese camino, la investigación externa se entrelaza con una búsqueda interior, donde el hallazgo más complejo resulta ser el de sí misma. En un entorno marcado por la violencia y la burocracia, Las furias aborda la indignación como un motor ético y vital.
“Las historias tienen la facultad de darles forma a abstracciones como una idea o una emoción o una intuición. En la historia de esta novela, la furia adquirió sentido, se reorientó. Pasó de ser una emoción que puede llevar al exceso, al quiebre, incluso a la autodestrucción, a una fuerza transformadora, reparadora”, dijo en entrevista con NORO.

Avechuco cuenta que la escritura del libro nació como una inquietud que se volvió necesidad personal. El título y el tono responden a un impulso emocional, pero también a una búsqueda ética por comprender lo que el norte mexicano siente y calla.
“Las furias significa un antes y un después”: Daniel Avechuco y su nueva publicación
Publicar Las furias bajo el sello Nitro Press representa para Daniel Avechuco la posibilidad de situar su obra dentro de una conversación literaria nacional donde el norte tiene cada vez mayor presencia.
El libro se inscribe en un catálogo que ha impulsado a voces destacadas de la novela negra mexicana, un terreno donde la ética y el conflicto social son protagonistas.

“Definitivamente la publicación de Las furias significa un antes y un después en mi trayectoria. De entrada, la obra sale en un sello editorial que cuenta con una excelente circulación a nivel nacional, lo que podría implicar llegar a un número mayor de lectores”, explica.
Avechuco se suma a una generación de autores del noro que amplían el mapa literario nacional con miradas propias, un trabajo dentro de la narrativa mexicana contemporánea.
El noro como espacio esencial
En su novela, Sonora se convierte en una fuerza que moldea a los personajes y define el ritmo del relato. Avechuco recupera la dimensión simbólica del monte, más que un escenario. Ese territorio intermedio entre la civilización y el desierto, donde se funden los límites entre lo humano y lo natural.

“En esta novela, Sonora es central como espacio y como cultura. Es central, específicamente, el escenario del monte, esa especie de antesala del desierto. En Las furias, el monte es tanto fondo como personaje, en la medida en que contribuye al pensamiento, las acciones y los sentires de sus habitantes”, detalla.
Esa territorialidad da textura a la historia y también a una postura literaria. En la mirada de Avechuco, escribir desde el noro implica reconocer que el paisaje influye en la forma de narrar, en el lenguaje y en la manera en que se concibe la justicia o la rabia.
La furia como ética y conciencia
Lo que en otros contextos sería violencia sin dirección, en la novela se vuelve una energía de cambio.
“Yo parto de la premisa de que la furia, bien canalizada, regulada, pasada por el filtro de la ética y la consciencia, puede convertirse en una fuerza transformadora. Esto, claro, implica cierta violencia, pero dirigida a instancias amenazantes, a su vez violentas”, agrega.

El autor señala que en la base de la novela hay un hartazgo silencioso, un dolor que se convierte en indignación y movimiento. Esa energía sostiene la trama y da voz a los personajes que buscan justicia, identidad o simplemente comprensión.
Escribir desde el norte, escribir con los otros
El reconocimiento de Las furias tiene un peso especial para Avechuco, tanto por el premio como por haberse gestado desde el norte. Para él, la literatura producida lejos del centro reafirma que el mapa cultural de México se escribe también desde sus márgenes.
“Hablamos de un premio internacional obtenido desde una pequeña capital de uno de los estados del norte de México. Pudiera pensarse que la geografía está en contra, pero la realidad de los últimos años en materia de producción literaria y reconocimiento desdice esa idea”, enfatiza.

Como docente y escritor, Avechuco comparte su experiencia con jóvenes del noro que desean dedicarse a la escritura.
“Si tienen algo que decir, pónganse a escribir. En el camino llegará la técnica, el conocimiento teórico. Nunca se está del todo preparado para escribir, pero siempre es posible empezar a hacerlo con lo que tenemos en la cabeza y el pecho”, aconseja.
La escritura, insiste, nace del encuentro. Es una práctica social, un diálogo perpetuo con el lector, el entorno y el tiempo habitado.
La furia como conciencia del noro
En Las furias, la indignación no destruye, despierta. Avechuco propone una lectura donde la furia se convierte en lucidez, en una forma de conciencia que atraviesa al individuo y a la comunidad.
“Me gustaría mucho que le hallaran el sentido más profundo a la furia como una emoción transformadora. Es el rostro más sonoro de la indignación y la inconformidad. Para mí, no es el resultado de un temperamento en desequilibrio, sino más bien un alarido de consciencia”, concluye.

Las furias deja abierta una conversación sobre el poder de las emociones en la literatura y en la vida cotidiana del norte. En sus páginas, Daniel Avechuco no ofrece respuestas cerradas; abre un territorio donde la rabia, la ética y la palabra se cruzan para seguir explorando qué mueve y qué transforma.










