María Teresa Ramírez es pasante de Ingeniería en Horticultura y en su tesis planteó limpiar el agua con semillas de estas flores para su reutilización
María Teresa Ramírez propuso un método en el que emplea semillas de cempasúchil y cristantemos para tratar el agua y reutilizarla en el ámbito doméstico para riego o actividades de limpieza. En su tesis Fitorremediación de aguas grises, María explica que al sembrar semillas en los humedales, estas reciben agua que se desecha de la regadera, lavadora o lavatrastes; este líquido gris llega por goteo a las semillas durante todo el día. El agua es filtrada por la tierra donde están las flores y así sale limpia.
La joven rarámuri tuvo gusto por la tierra y el campo desde pequeña. Este amor pudo haberlo adquirido de su padre, quien es nogalero, y su hermano, un administrador agrotecnológico. Quizá este gusto tuvo que ver con el hecho de que María Teresa nació en Bacaboche, un rancho cerca de Creel, donde vivió sus primeros once años, antes de trasladarse a la ciudad de Chihuahua. El hecho es que ahora ella es pasante de ingeniería en horticultura y planteó esta alternativa para limpiar el agua y reutilizarla.
Aunque el agua no puede usarse para cocinar o beber, el método de María Teresa podría ser útil en comunidades donde el agua es escasa. Además, ayuda a mejorar los espacios de vivienda con flores, al mismo tiempo que se ahorra el recurso, contribuyendo al medio ambiente.
Educar para reutilizar el agua
La idea planteada por María Teresa para limpiar el agua no es vender ningún tipo de producto, sino educar a las comunidades para que aprendan a utilizar este método en su beneficio.
Por esta razón, los planes de María Teresa incluyen seguir estudiando sobre su rama académica con alguna maestría. También tiene el deseo de formar a jóvenes rarámuris que radiquen en la capital de Chihuahua para encontrar como colectivo soluciones que mejoren la calidad de vida de las comunidades indígenas.
Para este proyecto Ramírez Vega, contó con la asesoría de la Mtra. Angela Yumil Romero y la Dra. Cecilia Valles, ambas de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Aunque ayudar es el objetivo principal, la ingeniera no descarta que este método pueda ser utilizado a gran escala para la limpieza de ríos con un sistema descentralizado y económico.
