También conocida como Casa Matusita, la famosa “Casa de los Chinos” se ubica a 7 kilómetros al suroeste del Cerro Grande, Chihuahua
El destino de “los chinos” (cuya denominación genérica es en sí mismo racista) que habitaron esta casa sigue siendo un misterio. La versión más popular indica que toda la familia de origen chino que vivió ahí fue asesinada.
En otro momento la propiedad de nueve habitaciones fue testigo de la vida de una familia de inmigrantes que llegaron a México en busca de mejores oportunidades, incluso huyendo de conflictos políticos o peligros de muerte en sus país de origen.
¿Casa de Los Chinos?
Con una arquitectura simple, ya sin puertas ni ventanas, la antigua residencia se ha convertido en unas ruinas que inspiran las historias de terror más elaboradas de la región.
Se dice que la familia de origen chino era muy reservada. Debieron habitar la casa durante la primera mitad del siglo XX, y salir cuando la campaña xenófoba (miedo a los extranjeros) impulsada por el gobierno mexicano desplazó a miles de inmigrantes hacia y desde el norte del país.
Sufrían la discriminación de la época. “La Casa de los Chinos” debió de ser el nombre con que los locales comenzaron a estigmatizar a la familia, si a eso le sumamos el sentimiento de que alguien está corrompiendo tu entorno, las especulaciones de orden moral son el desarrollo lógico del imaginario colectivo.
Los mil y un mitos
Un día el señor encontró a su mujer con otro hombre en su habitación, enloqueció, tomó un cuchillo y asesinó a toda su familia: una fórmula básica de las historias de terror, sin ninguna evidencia pero con el trasfondo de racismo histórico que sirvió para explicar porqué “la casa de los chinos” fue abandonada.
Otra versión indica que la familia era de agricultores, los cuales fueron asesinados por vándalos durante la Revolución Mexicana que colgaron sus cuerpos en los árboles de la propiedad para asustar a los otros inmigrantes.
Ambas historias han dado paso a los avistamientos de “sombras” por los que hacen senderismo en Cerro Grande, “voces” que escuchan los transeúntes, y avistamientos de serpientes por estudiantes de primaria excursionistas.
Se dice que quien tenga algún encuentro paranormal deberá bajar únicamente por el lado norte del cerro, y antes de que oscurezca ya que, de no ser así, será víctima de la voluntad de los espíritus que han convertido a “La Casa de los Chinos” en su templo.
La Manada del Desierto
Un mito alimenta otro mito, es así que surge la “la Manada del Desierto” , un grupo de senderistas que decidió arriesgarse luego de escuchar “risas y lamentos” en un camino cercano a “La Casa de los Chinos”, solo para percatarse de que se trataban de coyotes (¿que se lamentaban?) y muy probablemente el viento.
Los menos entusiastas aseguran que la familia original se mudó hacia otro sitio cuando ya no fue conveniente, por su propia seguridad u otras razones, vivir en esa casona.
Fuentes: El Diario de Chihuahua, El Heraldo de Chihuahua, De Viaje por Chihuahua
