La historia de La Planchada se comparte en varios estados del país, pero siempre se trata de una mujer con un uniforme pulcro que recorre hospitales en la noche
Las leyendas y relatos de terror en México tienen un fenómeno social particular, pues son como un eco que se repite en distintos rincones del país. Algunas circunstancias pueden cambiar, pero la historia central siempre es muy similar, tal como la famosa “Llorona”. Sin embargo, hay una en especial que se comparte en varias ciudades, “La Planchada”.
Este popular fantasma es uno de los que ha marcado parte de la identidad cultural de México. Se trata de una mujer, en específico de una enfermera, que recorre los hospitales de noche atendiendo a los pacientes, dando medicinas y cuidando de ellos. Al día siguiente, cuando los enfermos preguntan por ella, nadie en el hospital la reconoce por sus características. Una de las señas particulares que describen a este espíritu antiguo es que siempre va bien vestida con un uniforme blanco, pulcro y bien planchado, de ahí el apodo de “La Planchada”.
La historia de “La Planchada” se habla en muchos hospitales. En Hermosillo se dice que esta alma se aparece en el Hospital Infantil del Estado de Sonora, aquí la historia de esta mujer ha sido contada principalmente por niños y menores de edad. Sin embargo, se cree que esta leyenda empezó en Ciudad de México, específicamente en el Hospital Juárez que fue edificado en lo que hoy es el centro histórico, en las calles de San Pablo y Jesús María, sobre los cimientos del Hospital Juárez de San Pablo.
¿Cuál es el origen de la Planchada?
La versión más conocida de “La Planchada” dice que en este hospital de la Ciudad de México trabajó en el siglo pasado una enfermera de nombre Eulalia, una mujer de vocación que atendía bien a sus pacientes y se fue ganando el agrado de sus compañeros de trabajo e internos. La profesional de la salud era descrita como una mujer guapa, de pelo corto y rubio, además de la vestimenta almidonada.
Según la leyenda, Eulalia se enamoró de un doctor que trabajaba en el mismo hospital, mismo al que le recomendaron no acercarse por su fama de mujeriego. La enfermera tuvo una relación con el médico, quien después de un tiempo le pidió matrimonio. La chica aceptó sin idea de que esa ilusión amorosa terminaría de forma drástica y dolorosa.
El doctor le dijo que tenía que salir de la ciudad para un congreso médico que duraría un par de semanas. Eulalia no dijo nada, pero tampoco se imaginó lo que pasaría con su novio. Mientras el doctor estaba fuera, un enfermero invitó a la Planchada a una fiesta, pero ella respondió que no pues tenía un compromiso. El enfermero, por su parte, le dijo que esa promesa era una mentira, pues su amado, de nombre Joaquín, se había casado y en ese momento estaba en su luna de miel.
Eulalia confirmó que se había casado con otra. Al sentirse engañada cayó en depresión y empezó a descuidar su trabajo, a sus pacientes y a ella misma. El deterioro de su salud la llevó a ser internada en el mismo hospital que trabajaba y falleció. Después de su muerte, se empezaron a comentar las historias alrededor de la misteriosa enfermera y, entre más se repetía, más se popularizaba la leyenda de “La Planchada”, que después de su muerte volvió a tomar su vocación.
En teoría el fantasma de la “La Planchada” es bueno, sin embargo, hay relatos que aseguran que se trata de un ser demoniaco que acompaña a la muerte a los enfermos e incluso, los asfixia por las noches. Esto se debe a que hay otra corriente que asegura que la enfermera trataba mal a los pacientes y que además entró en un estado de locura.
¿En tu estado también se aparece “La Planchada” en los hospitales?
Fuente: Manuel Amezcua, Milenio, Ciudad San Luis.
