En tan solo dos meses, las lluvias en Sonora cambiaron la crisis por sequía severa y extrema a inundaciones que causaron la muerte de al menos 13 personas, además de obligar el desfogue de las presas
Gracias a las lluvias en Sonora, los municipios en sequía extrema se han recuperado y aún cabe la posibilidad de que vuelva a llover con intensidad, de acuerdo a la Coordinación Estatal de Protección Civil. A finales de junio, el sistema de presas de Sonora contaba con apenas el 20.4% de almacenamiento y 2 embalses estaban totalmente vacíos. Para inicios de septiembre, las 10 presas del estado se encontraban al 55.4%, un 12% más que en el mismo mes en 2021.
Las lluvias en Sonora aliviaron el déficit hídrico derivado de la seguía lo suficiente para irrigar los dos próximos ciclos agrícolas con el agua de las presas, y abastecer el consumo humano, además de mitigar los incendios forestales.
De acuerdo con el Monitor de Sequía en México que cada 15 días publica la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al 15 de junio en Sonora había 29 municipios con sequía severa (D2) y 43 municipios con sequía extrema (D3), por lo que era uno de los estados más afectados por la crisis hídrica que se vive a nivel nacional, particularmente en el norte del país.
Las lluvias de julio y agosto que azotaron la región ocasionaron escurrimientos acuíferos en el área de Guaymas y Empalme que no se habían registrado desde hace más de 20 años Tan solo en un día hubo precipitaciones de más de 450 milímetros de agua que generaron inundaciones y la activación del Plan DN3 del Ejército Mexicano para asistir a la población civil damnificada.
Más de 1 500 hogares tuvieron pérdidas totales por la inundación. Además de daños económicos por inundaciones en zonas industriales, de comercio y vivienda, las lluvias causaron la muerte de al menos 13 personas, incluyendo 5 menores de edad, de las que 12 murieron ahogadas y una por la caída de un rayo.
¿Cómo se dieron las lluvias en Sonora después de la sequía extrema?
El investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, Benjamín Martínez López, explicó que el noroeste de México experimentó una sequía bastante fuerte como las que ocurrieron en 2011-2012. Pero este año se observaron precipitaciones intensas que tienen un probable origen en una anomalía positiva de la temperatura superficial del mar, es decir, en aguas muy calientes de la corriente de California, el Mar de Cortés, las costas del Pacífico mexicano e incluso el Golfo de México.
Estas condiciones aportan grandes cantidades de vapor de agua a la atmósfera, mismo que el viento transporta hasta la zona de Sonora generando lluvias extremas.
Se estima que estos eventos extremos de lluvias y sequías intensas van a presentarse con mayor frecuencia como resultado del calentamiento de los océanos. En este sentido, las lluvias en Sonora y el resto del norte que presenta poca precipitación anual, mantendrían su tendencia a la baja, con eventos extraordinarios e impredecibles como este.
Fuentes: Gaceta UNAM, Forbes, Expreso
