A pesar de que han pasado más de 10 años desde su asesinato, el caso de Marisela Escobedo sigue sin resolverse. Sin embargo, su memoria y su lucha han sido un motor para la creación de nuevas iniciativas y para el fortalecimiento de las que ya existen, con el objetivo de lograr un cambio real en la situación de violencia que enfrentan las mujeres en México.
Marisela Escobedo fue una activista y defensora de los derechos humanos mexicana, originaria de Piedras Negras, Coahuila en 1958 y que dedicó gran parte de su vida a luchar contra la violencia de género en su región, principalmente en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Su hija, Rubí Marisol Frayre Escobedo, fue asesinada en Ciudad Juárez en 2008, a los 16 años de edad. Marisela buscó justicia incansablemente y logró que el presunto asesino de su hija, Sergio Rafael Barraza, fuera detenido y llevado a juicio. Sin embargo, Barraza fue absuelto en 2010 por falta de pruebas.
Ante la falta de justicia, Marisela inició una lucha pública y pacífica para exigir que se hiciera justicia por su hija y se investigara adecuadamente el caso. Realizó diversas manifestaciones y plantones en la Ciudad de México y Chihuahua, y denunció públicamente la corrupción en el sistema de justicia mexicano.
El 16 de diciembre de 2010, mientras se encontraba en un plantón frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, Marisela fue asesinada a tiros por un hombre desconocido. Su muerte fue ampliamente condenada por diversas organizaciones de derechos humanos, y se convirtió en un símbolo de la lucha contra la impunidad y la violencia de género en México.
Marisela Escobedo, símbolo de la lucha feminista
A pesar de que su lucha no le dio justicia para su hija, la valentía y el coraje de Marisela Escobedo inspiró a muchas personas a seguir luchando por los derechos de las mujeres y por un sistema de justicia más justo y equitativo en México.
La muerte de Marisela Escobedo generó una gran indignación en México y en todo el mundo, y llevó a que se intensificara la lucha contra la violencia de género en el país. Se realizaron diversas protestas y manifestaciones en su memoria, exigiendo justicia por su asesinato y por los miles de feminicidios que se han cometido en México.
Además, su caso y su lucha dieron lugar a la creación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en México, que busca prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en todas sus formas.
La figura de Marisela Escobedo sigue siendo un símbolo de lucha y resistencia en México y en todo el mundo, y su ejemplo ha inspirado a muchas personas a seguir luchando por los derechos humanos y la justicia social.
Un caso impune
A pesar de que han pasado más de 10 años desde su asesinato, el caso de Marisela Escobedo sigue sin resolverse. Sin embargo, su memoria y su lucha han sido un motor para la creación de nuevas iniciativas y para el fortalecimiento de las que ya existen, con el objetivo de lograr un cambio real en la situación de violencia que enfrentan las mujeres en México.
La investigación del caso fue larga y difícil, y aunque se logró la captura del presunto asesino, Juan Carlos “El Chamaco” Moreno, éste fue absuelto en 2012 por falta de pruebas. En 2017, Moreno fue detenido nuevamente y procesado por su presunta participación en el asesinato de Marisela Escobedo, pero el juicio aún no ha concluido.
Su caso se convirtió en un símbolo de la lucha contra la impunidad y la violencia de género en México, y su legado sigue inspirando a muchas personas a seguir luchando por la justicia y la igualdad en el país.
Fuente: Zócalo/El Universal/El Heraldo de Chihuahua/CNDH
